El comienzo de la temporada de caza menor no pudo ser peor para un vecino de Galegos, al que le murieron cuatro perros envenenados por estricnina, un veneno conocido popularmente como esternina y que suele usarse para eliminar pequeños vertebrados o incluso a jabalíes y lobos.

Anteayer este vecino estuvo cazando por la mañana en la parroquia de Cristimil. Sobre las 12.00 horas regresó a su domicilio, dejando los perros en el carro de transporte hasta las 15.00. En el momento en que iba a descargarlos, vio que cuatro de los cinco animales estaban "moribundos, postrados y sin capacidad de reacción, falleciendo en breve", según señala el informe veterinario de la clínica que atendió al quinto perro, una hembra beagle que sigue ingresada. Los cuatro perros presentaban una rigidez extrema, siendo muy difícil el poder abrirles la boca para que continuasen respirando.

Los cinco animales, antes de subir al remolque, habían bebido en una poza en medio del monte en Cristimil. Los veterinarios que atienden al quinto animal deducen que su diagnóstico "es compatible con intoxicación o envenenamiento, atendiendo a los signos clínicos evidenciados y a la evolución del cuadro clínico". La perra, que al cierre de esta edición seguía grave y con pronóstico reservado, presenta una debilidad generalizada, además de hipotermia e hipovolemia (es la disminución del volumen de sangre debido a hemorragias, que el animal está eliminando a través de la orina y las heces). La presencia del veneno en la charca queda en evidencia ya que la perra que aún sigue con vida tiene, además, una especie de úlcera corneal profundo en el ojo izquierdo, debido a que posiblemente le salpicó el agua. Al igual que los otros cuatro canes muertos, presenta una notable rigidez en la mandíbula.

Los dueños de los canes interpusieron ayer a mediodía una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil en Lalín. Procedieron, también, a enterrar los cuatro animales muertos, para evitar que la contaminación del veneno pudiese afectar a cualquier otro animal que devorase a estos perros. El Seprona se mantendrá contacto con los propietarios en caso de que se decida inspeccionar la charca o su entorno. Desde la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín su presidente, Julio Mariño, indica que no le consta el envenenamiento de otros perros por causas similares durante el arranque de la temporada de caza. Tampoco ningún otro miembro de la cuadrilla en la que caza este deportista de Galegos tuvo ningún tipo de incidencia con sus canes. Los dueños de los animales muertos señalan que solo estos cinco bebieron de la poza.

La estricnina es una sustancia ilegalizada en Galicia desde 1994, y en toda la Unión Europea está prohibida desde 2006. Sin embargo, es uno de los tóxicos más comunes a la hora de matar fauna silvestre, como indica el informe El veneno en España, editado hace un par de años por las entidades WWF y Seo BirdLife. Este estudio calcula que en Galicia, entre los años 2991 y 2013, murieron 516 animales a causa de estricnina, aldicarb o carborufrano. A nivel estatal, en esos más de 20 años se detectó la muerte por envenenamiento de más de 18.500 animales.