Cada año, coincidiendo con el último domingo del mes de agosto, el Pazo de Oca vive un día especial. El conocido como Versalles gallego acogió ayer la celebración del Sagrado Corazón, una fiesta en la que el duque de Segorbe, Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba, y su familia reúnen en la misma mesa a miembros de la nobleza, la política y la cultura española.

La parte más social de esta celebración arrancó, sin embargo, con el respeto más absoluto a las tradiciones. La pequeña capilla del Pazo de Oca sirvió como punto de encuentro entre los asistentes a la fiesta y los vecinos de la zona. Todos juntos asistieron a una misa oficiada en esta ocasión por el obispo de Tui-Vigo Luis Quinteiro Fiuza junto al arcipreste de Tabeirós y cura de A Estrada, José Antonio Ortigueira, y con la música del Coro del Pazo de Oca.

La misa terminó, como es tradición, con una procesión en la que el administrador del pazo durante los últimos 25 años, el empresario estradense Gonzalo Figueiras, llevó el estandarte de la Casa Medinacelli con el Sagrado Corazón. Tras él, vecinos e invitados portaron las figuras de San Antonio, la Virgen del Carmen y el Sagrado Corazón. Pablo de Hohenlohe y Medina -sobrino del anfitrión-, su mujer María del Prado y sus dos hijas Alegra y Cecilia se sumaron también a la procesión, mientras el duque y su esposa la observaban desde su terraza de acceso personal a la capilla.

Desde allí los invitados se dirigieron a los bellos jardines del Pazo de Oca, en donde se sirvió el tradicional aperitivo en el puente que cruza el emblemático estanque de los patos. Allí, resguardados del fuerte calor, aguardaron por la llegada de su anfitrión, que acostumbra a recibir a los integrantes del coro después de la misa del Sagrado Corazón. Posteriormente, los asistentes se dirigieron al interior del Pazo de Oca, en donde disfrutaron de una comida servida en sus grandes salones.

Además de los anfitriones, este acto contó con la presencia de un gran número de personalidades. Muchos de ellos son ya habituales invitados por parte del duque de Segorbe y su familia en esta festividad del Sagrado Corazón. Otros acudían a la cita por primera vez. En el primer grupo se incluyen invitados como el cónsul Adriano Marques de Magallanes; el dramaturgo catalán Albert Boadella; la senadora María Jesús Sáinz; el vicepresidente de la Fundación Mapfre, Luis Hernando de Larramendi; el escultor Cándido Pazos; el director del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento o Eduardo Pardo de Guevara y Valdés. Entre los nuevos, personalidades como el presidente del Club Financiero de Santiago y uno de los impulsores del Círculo Financiero, Roberto Pereira. Como representante municipal estuvo el teniente alcalde Juan Constenla, quien acudió en nombre del alcalde, José López Campos, ausente por motivos personales. En total estaba prevista la presencia de setenta comensales. Durante la comida, Luis Hernando de Larramendi deleitó con su habitual agradecimiento en verso a los anfitriones.

Todos ellos se dieron cita en un Pazo de Oca en el que por primera vez en muchos años no ondeaban las banderas familiares durante el Sagrado Corazón. Este año se han encargado cuatro grandes banderas de España que, rompiendo la tradición, ondean día y noche en la torre más alta del pazo. Llevan allí desde el conflicto catalán como un símbolo de respeto a España y a sus fuerzas de seguridad.