Son libres. Lo saben y lo disfrutan. Corren por el monte dejando que el viento les peine las crines, aunque estos días, tras la visita a Sabucedo, lucen pelo corto. La tradición le garantiza este estilo de vida. Sin verjas, sin ataduras. Sin embargo, nunca están solas. Quienes cada primer fin de semana de julio salen a su encuentro en el monte velan por su bienestar durante todo el año. Desde este lunes, hombre y caballo, cada uno en su lugar, están en Sabucedo más cerca que nunca.

Los aloitadores aprovecharon el último curro del año para colocar 12 localizadores GPS a otros tantos animales, uno por cada una de las manadas que el pasado viernes se bajaron del monte para la Rapa. Solo dos horas después de que estos équidos recuperasen su libertad, los de Sabucedo ya pudieron comprobar la ruta que siguieron estos caballos. La señal de su dispositivo GPS arrojó los primeros datos, informando, por ejemplo, de que la manada de As Lamas -una de las zonas más alejadas de la aldea- ya había llegado a su territorio.

El presidente de la asociación Rapa das Bestas, Henrique Bazal, explicó ayer que estos localizadores permitirán realizar un seguimiento prácticamente diario de los caballos que portan el collar colocado en el curro y, por tanto, del conjunto de la cabaña. Cabe recordar que quedaron pendientes de instalar tres geolocalizadores, reservados a las tres manadas que no pudieron bajarse a Sabucedo el pasado fin de semana.

Indicó Bazal que son muchos los integrantes de la asociación que tienen acceso a la aplicación, de tal manera que en un momento dado pueden conocer con exactitud dónde se encuentran las diferentes manadas de O Santo. Ello permitirá saber, por ejemplo -como sucedió con la primera yegua a la que se le instaló uno de estos localizadores a modo de experiencia piloto- con prontitud si los animales se están aproximando a viales o si están bajando del monte.

El presidente de Rapa das Bestas informó también de que se pudo comprobar que dos de los collares -el de la manda del garañón apodado Borrallas y la de Souto- no están emitiendo señal por encontrarse apagados, de manera que los aloitadores tendrán que salir a su encuentro para encender el dispositivo.

Con el proyecto que Rapa das Bestas impulsa en colaboración con la Universidade de A Coruña, el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo y la empresa 3EDATA se busca mejora la gestión de los caballos salvajes en el monte. Rapa das Bestas aspira a que estos GPS arrojen valiosa información para ello, descubriendo, por ejemplo, qué zonas frecuentan más las manadas; cada cuánto tiempo se mueven; cuántos kilómetros recorren al día; cuántas hectáreas precisan o qué lugares escogen en función de las condiciones meteorológicas. En resumen, se trata de conocer de un modo fiel y detallado los hábitos de estos caballos, llamados a perpetuar junto con los aloitadores una tradición secular que pervive gracias al trabajo de los de Sabucedo y al profundo cariño y respeto que les inspiran unos animales a los que ahora conocerán más y que desde el lunes cuentan con doce modernos ángeles de la guarda.