Adrián Troitiño Alcobre nació el 3 de enero de 1869 en San Mamede de Moalde (Silleda), hijo de Ignacio y Manuela. En 1880, cuando tenía 11 años, huyó del hogar familiar y emigró como polizón a Buenos Aires. Los primeros años fueron muy duros para este adolescente, que pronto empezó a trabajar de panadero y con otros compañeros gallegos del gremio comenzó a participar en el movimiento sindical. Rápidamente se incorpora al ideal libertario, destacando en la dirección del gremio de panaderos.

El 1 de mayo de 1891 por su participación en los actos del Primero de Mayo fue condenado, "por anarquista peligroso", a 18 meses de prisión. En 1893 vivía en San Martín (Buenos Aires), donde creó varios grupos anarquistas, como Los Hijos del Mundo, y organizó frecuentes "reuniones de controversia". El 11 de noviembre de 1894 intervino en un mitin organizado por la Sociedad Cosmopolita de Obreros Panaderos, en la que ocupó cargos de responsabilidad, celebrado en el club italiano Unione e Benevolenza, de Buenos Aires, donde también hablaron los anarquistas José Bataglia y Miguel Ventura y el socialista Domingo Barbitta. En noviembre de 1897, con Ettore Mattei y Salvador Vidal, fundó el Círculo Internacional de Estudios Sociales (CIES) de Buenos Aires. El 1 de enero de 1899 defendió las ideas anarquistas en un acto con Pietro Gori y Adrián Padroni.

Contra el alcoholismo

En estos años mantuvo una posición muy dura hacia el alcoholismo y realizó varias conferencias sobre los efectos del alcohol en la clase trabajadora. En 1900 impartió por varias localidades argentinas la conferencia Necesidad de un acuerdo universal de la clase trabajadora. En junio de 1901 cofundó, en representación de los obreros panaderos de San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires) -ciudad donde entonces vivía-, la anarcosindicalista Federación Obrera Argentina (FOA). En 1901 participó en la creación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos que se realizó en Montevideo, a la que asistió como representante de los obreros bonaerenses. En abril de 1902, con Juan Calvo, representó a los panaderos en el II Congreso de la Federación Obrera Argentina (FOA). Participó en el mitin de la FOA del Primero de Mayo de 1902 en Buenos Aires, con J.E. Martí, Torrens Ros y Dante Garfagnini.

A comienzos del siglo XX, además de sus actividades políticas y sindicales, colaboró ??n la prensa, fue director de redacción del periódico anarquista quincenal El Obrero y escribió en el periódico mensual Despertar y La Nueva Senda. El 30 de noviembre de 1902, Troitiño, con su mujer y cinco hijos -uno de ellos gravemente enfermo-, fue expulsado de la Argentina, al aplicar el Gobierno la Ley de Residencia, junto con Julio Camba, periodista, de 18 años, natural de Vilanova de Arousa; Ramón Palau, panadero, de 35 años, natural de Barcelona; Antonio Navarro, peluquero, de 38 años, natural de la provincia de Almería, le acompaña su esposa y cinco hijos; Miguel Ríos, soltero, de 28 años, natural de Pontevedra; Benigno García, curtidor, soltero, 32 años, natural de Oviedo; Ricardo Alfonsín, 38 años, panadero, casado con cuatro hijos, acompañado de su familia, natural de A Coruña; Juan Calvo, 24 años, panadero, soltero, natural de Pontevedra; Manuel Lago Mariño, soltero, natural de Ames. La Ley de Residencia fue creada con el fin de reprimir las ideas anarquistas y socialistas que traían los trabajadores extranjeros. Llegaron el 18 de diciembre de 1902 al puerto de Cádiz a bordo del trasatlántico Reina María Cristina; entre fuertes medidas de seguridad; la intención de Trotiño era establecerse en la capital andaluza, donde vivía un hermano y un gran amigo, el anarquista Fermín Salvochea, al que le envió un saludo lamentando que la policía le impidiese bajar a tierra para abrazarlo. Su hija Solidaria estaba gravemente enferma, necesitando urgente atención médica, pero las autoridades solo accedieron a que se entrevistara con su hermano a bordo del trasatlántico. Los anarquistas protestaron porque se les obligaba residir en otros puntos distintos a los que ellos deseaban.

De Cádiz a Barcelona

De Cádiz fueron enviados por las autoridades españolas a Barcelona y detenidos para prevenir atentados ante la visita del vicepresidente de Argentina, Quirno Costa. Troitiño y Camba, custodiados por la Guardia Civil, fueron trasladados a la prisión de Pontevedra, donde fueron puestos en libertad, porque afirmaron que eran anarquistas, pero que jamás habían hecho daño a nadie, ni se les había sorprendido en complots, ni se les encontraron documentos que pudieran comprometerles. Troitiño fue requerido por el gobierno militar de A Coruña para realizar el servicio militar -por entonces ya tenía 34 años-, pero consiguió evitarlo alegando que padecía una hernia. Cuando llegó a la Península desde Argentina dejó en Barcelona a su mujer y sus cinco niños -dos de los cuales murieron-, que tuvieron que vivir de la caridad pública. El 20 de marzo de 1903 dio una conferencia en el Centro Germinal de A Coruña bajo el título Consideraciones sobre la Ley de Residencia de Extranjeros, recientemente aplicada en la República Argentina y en junio de 1903 intervino en un mitin anticlerical.

En 1904 toma la decisión de retornar a América Latina y se establecerse definitivamente en Montevideo, pero nunca volvió a la Argentina, donde tenía prohibida la entrada. Comienza a trabajar como panadero y se reincorpora a la militancia gremial en el Sindicato de Oficios Varios de Villa del Cerro, barrio donde vivía. En 1905 participó activamente en la huelga de carpinteros y en el gran mitin organizado por el Centro Internacional en protesta por las matanzas de obreros en Rusia, en el que también hablaron los anarquistas Grijalbo y Fernando Balmelli, el socialista Emilio Frugoni y el dirigente liberal Leoncio Lasso de la Vega. Durante mayo de 1905 encabezó la huelga de los trabajadores portuarios, que en su mayoría eran gallegos.

Debido al boicot de la patronal, ya que su nombre formaba parte de una lista negra donde se castigaba a los trabajadores más luchadores, tuvo que trabajar de canillita: vendiendo periódicos en la vía publica; sólo vendía los de carácter revolucionario. Las condiciones de los vendedores de periódicos eran miserables y con otros compañeros crea el Sindicato de Canillitas, que luego pasaría a ser el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (SVDR) del Uruguay. En 1923 presidió el SVDR, que llegó a tener 3.000 afiliados y una potente Caja de Resistencia y fue gestor de la Casa del Canillita. En 1934 la dictadura del presidente uruguayo José Luis Gabriel Terra lo encarceló con el fin de desterrarlo, pero la movilización popular consiguió su libertad y la de sus compañeros. Entre el 5 y el 8 de septiembre de 1938 participó en la Conferencia Latinoamericana del Trabajo, que se celebró en México.

Durante los años de la Guerra Civil española participó activamente en el apoyo a la República y en varios actos antifascistas. Su hijo Delio también fue vendedor de periódicos, mientras que otro hijo, Liberto, administrativo en la Casa Guelfi de Montevideo, fue diputado por el Partido Socialista de Uruguay. Por influencias de su hijo, Adrián acabó afiliándose al Partido Socialista, pero siempre se declaró libertario y partidario de la "acción directa" anarquista.

En1940 cayó enfermo y el 26 de mayo de 1941 Adrián Troitiño Alcobre murió en Montevideo (Uruguay); fue enterrado en el cementerio del Buceo de esta ciudad. Una avenida de la ciudad de Montevideo fue bautizada con su nombre para homenajearlo, además se le dedicó una estatua en el barrio de Cordón. Todos los 26 de mayo en Uruguay se conmemora el Día del Canillita, en su memoria, y no se publican los periódicos. El sindicato, los vendedores de diarios y revistas y la sociedad uruguaya en general recuerdan a este libertario con admiración y respeto.