El asentamiento de la cadena de alimentación Mercadona en Lalín fue uno de los motivos por los que los promotores iniciaron el procedimiento administrativo para el desarrollo urbanístico de este área. La judicialización del proceso echó por tierra las previsiones de los empresarios y de la propia sociedad levantina, que años atrás había planeado la apertura de sus instalaciones en la capital dezana para el año 2013. Fruto de estos contenciosos contra la aprobación del proyecto, la compañía, indican los promotores de A Trigueiriza, rescindió su acuerdo y ya no tendría compromiso alguno con ellos para implantarse en esta zona. El contrato entre las partes tendría una validez de tres años, "pero esperaron hasta cinco y hace poco que quedó rescindido", señalan. Por eso, remarca, las sucesivas decisiones judiciales y la a su juicio excesivo celo del Concello en la aprobación del proyecto suponen que los fallos positivos ahora lleguen demasiado tarde.

Sobre la reclamación de posibles responsabilidades por la demora del proceso, Casares señala que el Concello no entra a valorar posibles acuerdos ajenos a la administración municipal.