La Audiencia Nacional condena al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) a abonar a los comuneros de Dozón 191.740 euros por la expropiación de 42 hectáreas de terreno, en el año 2003, que no llegó a utilizar. A esta cuantía hay que añadirle los intereses, por lo que la cifra final será de unos 220.000 euros, lejos de los 400.000 que pedían los comuneros por daños y prejuicios. Contra la sentencia cabe un recurso ante el Tribunal Supremo, que por el momento no se hizo efectivo, con lo que se da a entender que ADIF ejecutará el fallo judicial.

La sentencia se da a conocer justo un año después de que se celebrase el juicio, y es la segunda que condena al ente estatal. En 2013, otro fallo judicial obligó a ADIF a pagar 530.000 euros, pero por las 11 hectáreas que sí utilizó para Tren de Alta Velocidad. En esta ocasión, Fomento ingresó 380.000 euros, y las 42 hectáreas mencionadas volvieron a manos de los comuneros. El presidente de estos, Juan Ramón Varela, calcula que las pérdidas por ese terreno que se expropió y que finalmente no se utilizó durante más de una década pueden ascender a unos 480.000 euros. Durante todo ese tiempo, la 42 hectáreas se cubrieron de maleza, y posteriormente hubo que invertir una cantidad notable de dinero para limpiar y efectuar plantaciones.

La cuantía que van a recibir los comuneros tiene que reinverirse en un 40%. Varela lamenta que según la normativa este dinero no pueda emplearse para realizar alguna dotación en la parroquia, puesto que debe destinarse a una acción exclusiva para el monte.

Los comuneros de Sanguiñedo manejan en torno a unas 270 hectáreas de monte, en las que se han plantado sobre todo pinos y, en determinadas zonas a modo de barrera contra los fuegos forestales, especies frondosas y roble americano. En las últimas semanas los trabajos se centran en rematar la limpieza de 50 hectáreas, para las que se obtuvo una ayuda de la Unión Europea (que tramita la Consellería de Medio Rural) de 85.000 euros. Varela apunta que las 4 hectáreas restantes se someterán a una labor similar, pero costeada por los propios comuneros. Los de Sanguiñedo también dispusieron de 8.000 euros para efectuar desbroces fuera de las plantaciones y limpieza de pistas.