Cinco años de intenso trabajo de exploración de los montes de Cerdedo realizado por los integrantes del colectivo cerdedense Capitán Gosende han logrado demostrar que en las parroquias vinculadas al antiguo municipio de Cerdedo existe una altísima densidad de grabados rupestres. Esta evidencia viene a corroborar la tesis de que prácticamente toda la cuenca del Lérez -no solo Cotobade y Campo Lameiro sino también el curso del alto del Lérez (aguas y muchos kilómetros arriba)- es uno de los territorios más ricos en grabados rupestres de todo el panorama nacional. Así lo apunta el estudioso Calros Solla, autor de los textos que recoge el volumen número 18 de la colección Cerdedo in the Voyager, O legado dos homes pequenos. Gravados rupestres de Cerdedo, que Capitán Gosende acaba de publicar con Morgante, artífice también de la edición en 2009 de la Carta Arqueolóxica do Concello de Cerdedo.

Si en aquel libro se realizaba un vaciado de todos los elementos catalogados por Patrimonio -del Megalítico, del arte rupestre y de la cultura castreña- así como otros elementos adicionales ya detectados entonces por Capitán Gosende, en O legado dos homes pequenos. Gravados rupestres de Cerdedo se produce una actualización mucho más profunda de la riqueza del arte rupestre en el territorio cerdedense.

Para ir a su origen hay que remontarse al descubrimiento por parte del colectivo de A Laxa das Filloeiras en el monte de Pedre. Fue una de las motivaciones del colectivo, que se ha implicado a fondo en la recuperación de todo este patrimonio perdido con un trabajo pausado pero constante de estudio del arte rupestre cerdedense.

Buena parte de estos hallazgos fueron publicados ya en su día en primicia en las páginas de FARO DE VIGO, a través de colaboraciones de puño y letra de Calros Solla. De hecho, parte de esos textos aparecen publicados ahora en O legado dos homes pequenos. A mayores, el volumen ilustra la prolija información con fotografías de Juan Soto y dibujos al natural de Ana Santiso y Nando Vázquez, que también se ocuparon del montaje del libro.

A ellos les correspondió darles forma pero, como ellos, responsables de los hallazgos mediante una intensa labor de exploración del territorio, búsqueda y localización también fueron otros muchos compañeros de Capitán Gosende como Anxo Torres, Manuel Fortes, Alba y Xanma da Revolta, Nacho Grande, Joao Bieites o Pedro Peón, fundamentalmente.

Partían de diez grabados rupestres catalogados en el Inventario de Patrimonio. Hoy, suman 40 localizados.

La parroquia de Cerdedo, además de ser una de las más grandes, es también una de las que más cantidad de grabados rupestres presenta. Destacan especialmente la ribera norte del río del Seixo (Chamadoira y Biduido, sobre todo). Pero también cabe destacar la importancia de la parroquia de Pedre, donde están localizados los más vistosos por su complicación: las consabidas "filloeiras", los míticos círculos concéntricos de mayor diámetro así como combinaciones circulares y "coviñas" en A Laxa das Filloeiras I y II y en A Laxa da Romaxe II y II. No obstante, la labor de rastreo realizada por Capitán Gosende ha dejado hallazgos en otras cuatro parroquias cerdedenses: Quireza, Tomonde, Castro y Figueroa. De momento, las únicas parroquias en las que no hallaron grabados rupestres son Golgoso y Parada. "No quiere decir que no haya", apunta Solla. "La maleza dificulta mucho la labor" y aboga por seguir buscando, aquí e incluso en el curso más alto de la cuenca del Lérez, ya en el vecino término municipio de Forcarei.

De momento, los amantes del arte rupestre tienen un aperitivo para ir abriendo boca en este libro de 480 páginas y más de 400 ilustraciones -fotografías, dibujos al natural y reproducciones a escala de cada uno de los grabados- que ya fue presentado el pasado mes en A Estrada de la mano de Vagalumes y en Cerdedo en O Meu Lr. No obstante, su presentación continuará realizándose en fechas próximas en Pontevedra, Vigo, Cangas Vilagarcía y, ya en marzo, en la Casa de Galicia de Madrid.