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Redesa carece de plan para soterrar la línea de alta tensión en Merza

Vila de Cruces remitió a Industria la moción aprobada en febrero

Protestas contra la línea de Redesa en Merza, en 1996.

Red Eléctrica de España SA (Redesa), la empresa que construyó en 1996 la línea de 400.000 voltios que pasa por Merza, no baraja por el momento ningún proyecto encaminado a soterrar el tendido. Sin embargo, desde el gobierno cruceño se han dado pasos para avanzar en una moción que salió adelante por unanimidad hace ya ocho meses. La propuesta, que había sido consensuada de forma previa al pleno entre los tres partidos políticos, pide que se cree una comisión para diseñar un trazado alternativo al actual y que la Consellería de Industria medie ante la empresa para separar la línea de alta tensión de los núcleos de viviendas. El alcalde cruceño, Jesús Otero, confirmaba ayer que ya se elevó la moción al gobierno autonómico. Es la segunda vez que toda la corporación se pone de acuerdo para pedir que se entierre el tendido. Durante la etapa del gobierno bipartito en la Xunta, hubo amagos para aprovechar las obras del Tren de Alta Velocidad y modificar el trazado.

La petición de soterramiento de la línea se remonta ya a 20 años atrás, prácticamente cuando la infraestructura comenzó a funcionar. Desde entonces, los residentes en las casas más cercanas se quejan del zumbido que producen los cables cada vez que llueve, de que los rayos caen más cerca cada vez que hay tormenta o de que están expuestos a un campo electromagnético de envergadura.

Esta línea de alta tensión, Mesón do Vento-Lindoso, cuenta con 24 viviendas a menos de 150 metros de distancia. Hay un estudio, Ondas electromagnéticas y salud, que firman Pablo Gil y Alejandro Úbeda, en el que se señala que el campo magnético de una línea de 400 Kilovoltios, como ésta de Merza, comienza a ser imperceptible a partir de los 100 metros de distancia del eje. Y apunta, también, que si se entierra una línea eléctrica, su campo magnético no disminuye, sino que termina redistribuyéndose. El informe, entre otras cuestiones, también señala que la distancia mínima de seguridad entre un tendido eléctrico y un área habitada es de 7,3 metros.

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