Los olivos plantados en A Estrada al abrigo del proyecto Cernes comienzan a dar frutos con suficiente calidad y cantidad como para introducirse en el mercado. En 2013 se realizaron las primeras plantaciones en varias fincas del municipio y estos días los productores inician la recogida de la cosecha. Se trata de "la primera producción seria", en palabras de José Antonio García Martínez, presidente de la Asociación de Productores de Aceite e Oliva de Galicia (APAG), colectivo del que forma parte una docena de agricultores estradenses.
La sequía y el calor registrados en los últimos meses obligó a adelantar la recogida de la oliva, que normalmente se produce a mediados del mes de noviembre. Tras una cosecha y producción simbólicas el año pasado, en el que dos de los olivareros locales procesaron apenas siete litros, la producción actual en A Estrada podría "alcanzar tranquilamente los 5.000 kilos" de fruto, según señaló García. Supondría alrededor del 5% de la cosecha que la APAG confía alcanzar, pues estima que podría llegar a los 100.000 kilos entre sus 95 asociados en las cuatro provincias gallegas. "Este es el primer año que recogemos algo de cantidad dentro de la asociación y del proyecto Cernes", explica García, quien asegura que el aceite es "de una calidad excelente", tal y como pudo comprobar ya estos días, al comenzar a procesarse las primeras olivas.
"Se están consiguiendo buenos rendimientos a pesar de la sequía", afirma el presidente del colectivo de olivareros. "Lo que perseguimos es la máxima calidad", recalca. Una de las condiciones de la asociación y del proyecto es que toda la producción que se genere en Galicia tiene que ser procesada dentro de la comunidad autónoma. "Vamos a tratar de venderlo fuera de Galicia para darlo a conocer, pero la aceituna solo puede ser procesada en almazaras gallegas", señala García.
La asociación cuenta con 95 miembros, mayoritariamente con plantaciones en la provincia de Ourense, seguido muy de cerca por aquellos con fincas en la provincia de Pontevedra. Asimismo, el colectivo cuenta con productores en las zonas de Lugo y A Coruña, aunque en menor medida. Una de las socias de APAG es la estradense Elvira Blanco Rivadulla, una de las que ayer iniciaba la recogida de la oliva, en su finca de Callobre. Según precisó García, en el caso de esta productora local, la previsión de recogida se estima en unos 500 kilos de oliva, que transformados en aceite podrían alcanzar los 90 litros, si bien son estimaciones, según reconoce el presidente de APAG, difíciles de concretar.
Procesado en la almazara
Una vez finalizada la recogida, las olivas se trasladan a una almazara. Aunque algún productor integrado en la APAG cuenta con estos molinos propios, no es lo habitual. "Normalmente pagamos para que nos procesen el aceite", comenta García. Así es que la asociación trabaja con varias almazaras y son los productores los que deciden a cuál llevar su cosecha. En estas instalaciones se procesa la aceituna de tal manera que en un par de horas queda ya convertida en aceite. Aunque el paso siguiente es dejarlo decantar para que vaya clareando, lo cierto es que el líquido puede consumirse ya de forma instantánea.
La arbequina es la variedad de oliva que predomina entre los productores estradenses y también la más común entre los miembros de la APAG. No obstante, hay productores que cultivan la cabrançosa -una variedad portuguesa- y la frantoio, especie italiana con buena resistencia en las zonas más húmedas. La asociación tiene previsto comenzar a hacer pruebas con variedades autóctonas. "Están en estudio y vamos a ver qué tal funcionan en A Estrada", explica García. En territorio estradense, el tamaño de las plantaciones de olivos oscila entre los 1.600 y los 70.000 metros cuadrados. Las parroquias que más ejemplares concentran son Moreira y Agar, si bien hay cultivos también en Santo André de Vea, San Xurxo de Vea, Ancorados, Berres, Lagartóns, Figueiroa, Aguións, Rubín, Curantes y la ya mencionada Callobre. Las plantaciones de olivo funcionan como un cultivo complementario.
