Los primeros peregrinos a caballo del Camiño da Geira Romana, do Miñoto-Ribeiro e dos Arrieiros -teniendo en cuenta la triple denominación que recibe la ruta que conecta Braga con la catedral de Santiago- lograron ayer la Compostela. Fue la justa recompensa al esfuerzo de los participantes en la ruta organizada por el Concello de A Estrada y Rapa das Bestas en colaboración con Codeseda Viva para difundir los atractivos turísticos de A Estrada y el Camiño dos Arrieiros, que desde mayo ya han recorrido más de 70 peregrinos lusos a pie o en bicicleta, según los datos que maneja Codeseda Viva.

"Cansados" pero "satisfechos" -tras recorrer 192 kilómetros en 4 días y poco más de dos horas- estos animosos peregrinos reclaman la homologación oficial del trazado. Este destaca por su dureza, admitió el jinete que dirigió la ruta, Vicente Pereiras Márquez, vecino de A Portela de Codeseda y directivo de Rapa das Bestas. Con otros seis caminos jacobeos a sus espaldas, cuya organización asumió en diversas ocasiones al igual que dirige la Ruta de Sabucedo y , desde hace cinco años, la Ruta Cabalar Salnés-Terra de Montes, Pereiras tiene claro que la ruta "no es para novatos" especialmente en el tramo comprendido entre Leiro (que está a 80 metros sobre el nivel del mar) y O Alto do Paraño, entre Beariz (Ourense) y Soutelo (ya en el municipio pontevedrés de Forcarei) dado que O Alto do Paraño está a 800 metros de altitud. Subir esos 700 metros exige un esfuerzo considerable. Esa fue la "etapa más dura", que afrontaron el jueves.

Pero, agregó, sin duda el esfuerzo se ve compensado con la gran hospitalidad vecinal -muy superior a la de otros caminos jacobeos- y los espectaculares paisajes, radicalmente diferentes entre O Ribeiro -marcados por las escarpadas riberas fluviales y la abundancia de viñedos- y las "sierras más suaves, menos agrestes" de Beariz, Forcarei e incluso A Estrada, desde las que se aprecian unas vistas "espectaculares". Así, por ejemplo, subrayó, desde A Portela en los días de buen tiempo se puede ver la Ría de Arousa. Es "un premio" para los caminantes.

Tras salir de A Estrada el viernes, los peregrinos -ya sin el perro Swing, levemente lesionado por el pisotón accidental de un caballo-salieron del municipio por Pontevea y pernoctaron en Cacheiras. Se levantaron a las 5.00 y salieron hacia a Santiago a las 6.15. La Policía Local les escoltó hasta la Praza do Obradoiro, que tuvieron que abandonar antes de las nueve. A esa hora sentían expectación por saber si les otorgarían la Compostela. Sabían que a otros peregrinos que les precedieron se la habían negado pese a haber recorrido los 100 kilómetros que se exigen para otorgarla. Tuvieron suerte. La misma que le desean a los futuros peregrinos que vengan tras sus pasos o a quienes impulsan la petición de homologación de la ruta que saben que podría traer peregrinos, turistas y, por tanto, prosperidad económica a toda la zona por la que pasa.