El modus operandi del Gustavo V.C. era conocido no solo por los investigadores, sino también por bomberos forestales y vecinos de la zona. Estos dicen que el autor de los fuegos se acercaba con el vehículo a un punto del bosque próximo a la carretera para desde allí iniciar un foco y salir rápidamente del lugar en su coche para de nuevo encender otro a relativamente poca distancia del primero. Esos focos continuados hacían sospechar de su autoría, si bien, la falta de pruebas contundentes impedía a los miembros de la Guardia Civil efectuar su detención. Además, vecinos de su entorno señalan que Gustavito -como es popularmente conocido- actuaba con más asiduidad desde que disponía de coche propio. Este factor era determinante en sus acciones, pues, anteriormente, al haber perdido los puntos del permiso de conducir primero, y no tener un turismo después, no podía moverse libremente, ya que utilizaba un tractor que no era práctico para su huida. Así se explica que apenas hubiese actividad incendiaria, por ejemplo, durante el verano del año pasado.