El concejal no adscrito de Lalín insiste en no devolver el móvil y el módem USB que tenía como miembro del gobierno, que abandonó hace un año, al menos hasta que lo analice su asesor jurídico. "Cuando un teléfono se borra, la información sigue ahí, se puede cifrar", apunta Juan José Cruz, que mantiene su temor a que el gobierno espíe el contenido del móvil, pese a las garantías dadas. Y señala que "muchas de las personas que le escriben por privado demandan anonimato absoluto" y que cuando le da la palabra a alguien intenta cumplirla "en la medida de sus posibilidades cognitivas, técnicas y humanas".