Los tres efectivos de guardia de los Bombeiros de Deza colaboraron ayer con el mismo servicio de Arzúa para recuperar un turismo que cayó al embalse de Portodemouros en el concello coruñés de Santiso. El coche, un Renault Laguna, se precipitó al agua desde la carretera que enlaza Melide y Visantoña.

La alarma saltó a las 12.45 horas, cuando el responsable del catamarán que transporta vehículos y pasajeros a las dos riberas del Ulla alertó al 112 de que un vehículo se estaba sumergiendo en el pantano. Se notificó el incidente, además de a los dos servicios mencionados, a la Guardia Civil de Tráfico, a Protección Civil y al Grupo de Emerxencias Supramunicipais (GES) de Lalín.

Los Bombeiros de Deza se desplazaron, precisamente, en el ferry para acceder a la otra orilla del río, ya que los bomberos de Arzúa carecen de equipo de buceo. Dos efectivos del servicio dezano se sumergieron en el agua para localizar el coche a unos seis metros de profundidad. No había nadie en su interior, pero el vehículo, al abrírsele el capó durante su descenso, quedó izado sobre las dos ruedas delanteras. Esto provocó que su rescate se prolongase durante unas cuatro horas y, para retirarlo del pantano, los bomberos contaron con la ayuda de un tractorista de la zona.

El conductor del vehículo, un varón de mediana edad, fue localizado cerca del lugar de los hechos e ileso. De todas formas, se trasladó posteriormente al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) para ser sometido a un reconocimiento.