-¿Tiene decidido volver a vivir en su casa familiar de Donsión?

-Yo me vine para aquí porque quiero vivir aquí. Yo sufrí una epopeya porque sufrí un cáncer terrorífico a los tres años de jubilado, cuando estaba precisamente preparándome para vivir en Donsión. Necesité bastante tiempo para recuperarlo y fue algo milagroso porque me considero un hombre con suerte. Tuve muchas emergencias cuando volaba y afortunadamente de todas pude salir porque, aunque se piensa que cuando te pasa algo grave ahí arriba es algo definitivo, también existe una técnica que te puede ayudar.

-¿Hasta qué edad estuvo viviendo en esta casa familiar?

-Yo aquí pasé hasta los 20 años, y después venía todos los años. Yo me venía desde Jerez hasta Lalín en un Seat 600. Y volvía en el mismo coche. Aprovechaba los permisos que tenía para acercarme a casa de mis padres siempre que podía. Ahora voy a intentar arreglar esta casa que estaba muy abandonada para vivir en ella. De hecho, yo ya estoy viviendo aquí, lo que pasa es que estamos con los obreros en casa trabajando y todavía no hemos podido deshacer los bultos que nos hemos traído. Yo vivía en Alcalá de Henares, que es la población más próxima a la base de Torrejón de Ardoz. La casa que tenía allí se la acabé vendiendo a mi hija antes de venirme.

-¿Cuándo tienen previsto acabar con las obras en la casa?

-Eso nunca se sabe. De momento, estamos instalados a medias porque están trabajando en distintas partes de la casa. El jardín es lo que más me gusta de ella, y espero poder dejarlo en buen estado. Y a ver si el alcalde nos soluciona el tema del alcantarillado porque es algo muy necesario. La casa me la he quedado yo finalmente después de comprarle su parte a mis hermanos, y ahora lo que toca es trabajar en ella para acondicionarla y vivir en ella a gusto, lejos del mundanal ruido, que se dice en estos casos. Me gusta mucho esta casa por todo lo que ha significado en la vida de nuestra familia.