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Dezanos sobresalientes (LIV)

Los Sánchez Cantón, familia originaria de Oleiros

En el Pazo de Marza nació Francisco Javier Sánchez Cervela, padre del historiador que fundó el Museo de Pontevedra y dirigió el del Prado

Francisco Javier Sánchez Cantón. // Miguel Vidal

En la arquitectura civil de Oleiros destaca el Pazo de Marzá o Casa do Fidalgo, donde nació el catedrático de ciencias Francisco Javier Sánchez Cervela, padre del historiador Francisco Sánchez Cantón, impulsor del Museo de Pontevedra y director del Museo del Prado.

Francisco Javier Sánchez Cervela nació en San Miguel de Oleiros el 28 de abril 1860, en el Pazo da Marzá, y murió en Pontevedra el 5 diciembre 1934. Licenciado en Ciencias Físicas y Químicas en la Universidad de Salamanca. Casado con Hortensia Cantón Alvarado. Fue profesor de matemáticas en Instituto de Pontevedra durante 32 años. Terminó su vida académica como catedrático en el Instituto de Ourense, durante once años (1914-25), donde coincidió con Ramón Otero Pedrayo. Optó en varias ocasiones a catedrático en tierras andaluzas -Baeza, Granada y Jaén, entre otras-, pero el destino le tenía reservada su plaza en Ourense junto a compañeros con los que formó uno de los mejores equipos académicos de aquella época. Colaboró entre 1888 y 1900 en el Diario de Pontevedra. Quizás su figura quedó en un segundo plano, debido a los méritos de su hijo Francisco Javier Sánchez Cantón, director del Museo de Pontevedra y del Prado.

Francisco Javier Sánchez Cantón nació el 14 de julio de 1891, en el nº 4 de la Rúa Riestra, en Pontevedra. Falleció en 1971. Tras los primeros estudios en su ciudad natal, se trasladó a Madrid, donde estudió Filosofía y Letras en la entonces llamada Universidad Central (Complutense). En 1913 se doctoró con la tesis Los pintores de cámara de los reyes de España.Tras ser profesor auxiliar, se ocupó de la Cátedra de Literatura Galaico-Portuguesa, vacante por la muerte del también pontevedrés Víctor Said Armesto. Ganó, en 1922, por oposición, la cátedra de Teoría de la Literatura y las Artes en la Universidad de Granada. En 1941, por concurso, accedió a la cátedra de Historia General del Arte, en la Universidad Central de Madrid, siendo decano de la Facultad de Filosofía y Letras, desde 1950 a 1958 y luego vicerrector.

Fue patrono fundador del Museo de Pontevedra, creado 1927, al que legó su archivo personal y su biblioteca, que por su naturaleza tienen un valor incalculable. En 1922 es nombrado subdirector-conservador del Museo del Prado. Al estallar la Guerra Civil fue el encargado de tomar las primeras medidas para proteger las mejores obras del museo ante el asedio que sufría Madrid y del traslado de numerosos cuadros a Valencia, más de 2.000 cuadros y casi la totalidad de la colección de tapices y gran cantidad de objetos artísticos.

Cargos y condecoraciones

En 1960 fue nombrado director del Museo del Prado, sucedió en el cargo a Fernando Álvarez de Sotomayor, y realizó en él una importante labor de reorganización de las salas del museo, más acorde con las épocas y los estilos de la pintura española, intervino decisivamente en las adquisiciones de obras de arte, en las exposiciones temporales, en las actividades culturales y la labor científica. Le sucedió en el cargo de director del Prado, en 1968, Diego Angulo Íñiguez.

Fue miembro de la Real Academia Española (1949), de la Academia de Bellas Artes (1925), en la que ingresó con el discurso San Francisco de Asís en la escultura española, le respondió Gregorio Marañón y de la Real Academia de Historia (1934), en la que ingresó con una semblanza biográfica sobre su paisano el Conde de Gondomar, de la que fue director. Presidió la Junta Iconografía Nacional y fue nombrado protector de la Fundación Lázaro Galeano. Director del Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos y vicedirector del Instituto Diego Velázquez de Historia de las Artes.

Su copiosa bibliografía sigue siendo considera como de referencia para el estudio del arte por su sentido crítico y por el buen conocimiento de pintura, tapices y dibujos españoles. Llevó a cabo una ingente labor investigadora en diversos campos, plasmada en monografías y colaboraciones en revistas especializadas. Autor de más de ochocientos títulos, que se pueden clasificar en investigaciones literarias y bibliográficas y estudios histórico-artísticos y biográficos, sobre todo referentes al Museo del Prado, Velázquez y Goya. Recogió en una gran antología las Fuentes literarias para la Historia del Arte Español (5 volúmenes, 1923-1943); el Museo de Pontevedra reunió sus Escritos sobre Velázquez y también son de gran interés Los dibujos de Goya (2 volúmenes, 1952).

Además, entre su ingente cantidad de obras, destacan: Los Pintores de Cámara de los Reyes Católicos (1916); Los Retratos del Museo del Prado (1919); Los Tapices de la Casa del Rey (1919), en colaboración con Tormo; Los Arfes: escultores de plata y oro (1501-1603) (1920. Colección Popular de Arte. 79 pp. Madrid: Saturnino Calleja); Dibujos de antiguos maestros españoles (1933), etc.

Recibió numerosas distinciones españolas y extranjeras, como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1951), la orden de Mayo de Argentina y la Legión de Honor de Francia. Se mantuvo hasta el final de su vida en contacto con su Galicia natal, especialmente con Pontevedra, que en 1950 le concedió la Medalla de Oro de la ciudad y le nombró hijo predilecto y honró su memoria dando su nombre al más antiguo de los institutos de la provincia, el IES Sánchez Cantón. Promovió publicaciones en gallego e investigó temas literarios, biográficos, artísticos e históricos gallegos. Escribió sobre el pueblo gallego páginas llenas de filial cariño; pocos pontevedreses le aventajan en el amor a su ciudad natal, cuyos problemas le apasionaban extraordinariamente. Probablemente, también pasó largas temporadas en la señorial casa paterna del Pazo de Marzá, en San Miguel de Oleiros.

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