La parroquias de Vilariño y Bermés celebraron la primera de las misas solemnes de acción de gracias al clamor realizado el año pasado con el fin de paliar el calor y la sequía. Este año fue la parroquia agoladense la que albergó el evento oficiado por el Obispo Alfonso Carrasco Couto, en su campo de la fiesta, donde en torno a unas 400 personas se congregaron para agradecer los resultados cosechados con el ruego. El año que viene va a ser Bermés la encargada de organizar la segunda de las misas solemnes.

El clamor es un ruego que consiste en la peregrinación con la imagen de la Virgen desde la primera parroquia hasta la iglesia de la segunda para que la intercesión de la santa y de su imagen hermana de Bermés logre precipitaciones. Este acto religioso se lleva realizando desde 1888. Asimismo, entre los años 1990 y 2015 hubo un parón prolongado. En este último año se volvió a realizar para rogar una solución que frenase la sequía. Por eso ahora se realizan sendas misas solemnes para agradecer el resultado.