Numerosos propietarios de Codeseda afectados por el proceso de concentración parcelaria que se está llevando a cabo en la parroquia se dieron cita ayer en la reunión con responsables de Medio Rural y de Patrimonio de la Xunta de Galicia, que se desplazaron hasta la vieja escuela para resolver sus dudas acerca de qué pueden hacer en predios afectados por la protección que Patrimonio brinda a los elementos patrimoniales existentes en el ámbito afectado por la parcelaria. Y es que este suma siete mámoas, un castro y dos importantes elementos medievales -A Ponte do Castelo y la iglesia parroquial románica- además de otros elementos que también gozan de protección arqueológica por su importancia: dos lavaderos, varios molinos de agua, un "cruceiro", hórreos y la emblemática capilla de A Grela. Esta catalogación ya aparecía recogida en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de A Estrada.

En una reunión organizada por Medio Rural y a la que asistieron la jefa de Servizo de Infraestructuras Agrarias, Julia Pacios; el técnico de la empresa pública Seaga que dirige la obra de ejecución de los caminos y el arqueólogo de Patrimonio de la Xunta de Galicia Xulio Carballo, los vecinos conocieron ayer qué opciones tienen y qué pueden hacer si en las propiedades que se le asignan hay algún elemento catalogado.

Si bien el Castro das Cercas queda en una masa común y por tanto será de propiedad pública para garantizar su protección, las mámoas -túmulos funerarios del Neolítico- quedan emplazadas en propiedades privadas. Las englobadas dentro de la zona de concentración son la Mámoa de Pedra Sobrado, la de Chan de Bo, cuatro existentes en el Monte do Outeiro y la de la Cruz da Grela. Todas ellas están protegidas como suelo rústico de protección de Patrimonio, según recoge el Plan Xeral. Por tanto, en la zona que ocupan no se permite ninguna obra. Solo se autoriza un cultivo tradicional del suelo que no suponga una roturación en profundidad (a 50 centrímetros de profundidad). En cambio, sí se autoriza la utilización del arado tradicional, que no profundiza más de 30 centímetros. Las mámoas no ocupan toda la parcela en la que se engloban sino parte. Lo que se pueda hacer en el resto del predio, dependerá de Patrimonio. Habría que pedir autorización a la Dirección Xeral de Patrimonio para construir, por ejemplo, un galpón o una nave ganadera.

Se estudia caso a caso. A priori, lograrlo es difícil. Tampoco son ámbitos en los que se puedan realizar plantaciones de árboles sin permiso de Patrimonio.

Este departamento autonómico podría autorizarlas o no, dependiendo de factores como si se impide la visibilidad.

Pero en el marco del actual proceso de concentración, los propietarios también pueden solicitarle a Medio Rural que le permute la finca que le ha sido asignada por otra que actualmente esté considerada una masa común. Los propietarios aprovecharon la reunión de ayer para plantear sus dudas. Fue un encuentro fructífero en el que los propietarios tuvieron oportunidad de obtenerde primera mano por parte de técnicos de Medio Rural y de Patrimonio una respuesta fidedigna acerca de qué pueden hacer si tienen elementos protegidos en las propiedades que se le asignan a través del proceso de concentración.