A Estrada en blanco y negro

Una fotógrafa estradense lleva año y medio compartiendo a diario instantáneas urbanas que toma con su móvil

A Estrada

Marga Fraga invierte cada día 15 minutos en recorrer el camino que separa su hogar de su puesto de trabajo. Bromea con que, aunque la distancia no es mucha, va "paisajeando". Quienes, como ella, tienen la fortuna de poder ir caminando al trabajo, invierten ese tiempo en planear qué harán cuando concluya la jornada laboral, a detenerse en algún que otro escaparate o, simplemente, en ir avanzando al compás de la banda sonora que su humor elija para la ocasión. Desde hace un año y medio esta estradense dedica estos 15 minutos a disfrutar, con conciencia plena, del paisaje urbano de A Estrada.

"Tenemos más belleza de la que la gente creo pero no la percibimos", sostiene esta fotógrafa. En los últimos meses ha sabido hacer buen uso de su teléfono móvil para captar, habitualmente en cada jornada, un paisaje que a veces solo se ve si se sabe mirar. Una vez inmortalizado, lo comparte a través de las redes sociales, casi como cruzando un saludo con quienes, antes o después, terminarán pasando por estos mismos lugares del casco urbano.

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

Todo comenzó por el gusto que esta profesional estradense tiene por la fotografía urbana. Explica que se decantó por el móvil porque a día de hoy pasa completamente desapercibido para el común de los transeúntes, algo que no sucedería si, al detener su caminar, sacase una cámara de gran formato. "Aunque siempre es mejor hacerlas con una cámara, con las grandes la gente se asusta; el móvil es más discreto", apunta. De este modo, las instantáneas conservan naturalidad y espontaneidad.

"Hay sitios y rincones que son bastante bonitos y de los que la gente no se da cuenta. Pasas a diario y no los ves", comenta Marga. Reconoce que no programa la foto. Simplemente fotografía lo que le llama la atención, desde la imagen de un rincón urbano con una luz especial a la impresión que le causa un árbol con el telón de fondo de la arquitectura local. "No salgo de casa pensando: hoy voy a hacer dos fotos", continúa esta fotógrafa. Cuando sus ojos captan la belleza que para muchos se pierde entre la cotidianidad, saca el móvil y la atrapa.

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

La única transformación a la que Fraga somete la realidad captada en sus imágenes es el cambio a blanco y negro. Se declara una auténtica apasionada de este formato fotográfico. Insiste en que es el único tratamiento que se concede, sin hacer que estas instantáneas pasen por los retoques del Photoshop antes de publicarse en las redes sociales. Confiesa que antes le obsesionaba aprender todo el campo de posibilidades que abrían estos tratamientos fotográficos. Sin embargo, apunta que de un tiempo a esta parte se sitúa en el extremo opuesto. "Eso te exige pensar más la foto antes de sacarla", señala. "Tienes que pensar en blanco y negro lo que tus ojos están viendo en color. Imaginar cómo quedarán las luces", continúa. Considera que en blanco y negro sus fotografías comunican más que en color. "Ves la foto, no te distraen", dice, para luego añadir: "es muy buen ejercicio para aprender a hacer fotografía".

Cada vez que Marga Fraga publica una de estas fotos, no tardan en ser recibidas con acciones y comentarios positivos. Con cada uno de ellos, un nuevo rincón de A Estrada embellece. Esta mirada distinta termina propiciando un cambio de punto de vista. Al pasar por este mismo lugar, quien haya hecho un click en "me gusta" terminará reparando en esa pieza de un puzzle urbano que antes simplemente formaba parte de un todo y que ahora cobra justo protagonismo.

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

A Estrada en blanco y negro

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents