Arranca la temporada de pesca

El descenso del termómetro merma las capturas

Los pescadores de Lalín y Silleda se quedan lejos del cupo de 10 piezas -La afluencia de deportistas en el Arnego y el Asneiro fue inferior a la de otros años -El aire del Norte juega en contra de los pescadores en Tabeirós-Montes

S.SOUTELO/A.CELA | Lalín/A Estrada

El termómetro por debajo de los 7 ºC durante buena parte del día, el aire del Norte y un cielo relativamente despejado convirtieron la primera jornada de la temporada de pesca de trucha -la de salmón arranca el 1 de mayo- en un día con resultados más bien pobres en los ríos de las comarcas. Según apuntan desde las sociedades de caza y pesca, en ningún caso se cubrió el cupo de 10 piezas por pescador. El presidente de la Sociedade e Pesca de Lalín, José Luis Gil, indica que en los tramos acotados de los ríos Arnego -en el que también pescan los de Rodeiro- y Asneiro apenas se pescaron truchas debido al frío y, también, al elevado caudal que llevan los ríos, fruto de las intensas lluvias y nevadas de febrero.

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Un pescador muestra una trucha pescada en el río Liñares. // Bernabé/Javier Lalín

Lo mismo ocurre en Silleda, pues en los tramos en aguas del Deza y del Toxa "el pescador que más capturó llevaba dos piezas; las truchas estaban aletargadas por el frío", apunta el presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda, Suso Caramés, quien también practica pesca y que ayer decidió recoger todo el material a media tarde, igual que buena parte de sus compañeros, y visto el mal resultado de la jornada. En aguas dezanas, el cebo más utilizado fue el natural de miñoca.

En Tabeirós-Terra de Montes las primeras horas de la jornada fueron más propicias para la pesca. Sin embargo, en cuanto se levantó aire del Norte la buena suerte se volvió esquiva. Los expertos señalan que con frío y aire Norte "la trucha no come". En el Liñares hubo varias capturas con cucharilla y en el Vea el cebo de lombriz fue la técnica más fructífera. En el curso del Rubín las condiciones meteorológicas se notaron con mayor intensidad. El tiempo hizo que los pescadores estradenses llegasen pronto y se marchasen temprano, si bien se indicó que sí hay trucha en los ríos. Algunos volvieron a casa sin capturas pero otros llevaban en su cesta tres y cuatro piezas. En el Liñares se escapó una de dos kilos. Desde Cerdedo se subraya asimismo que el agua fría y el aire del Norte complicaron la jornada. "La trucha de medida está enraizada", explicó Javier Santos al referirse a estas condiciones. No obstante, se muestra optimista y confía en que esta pueda ser una buena temporada por los caudales y porque el desove se realizó con agua suficiente.

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