Es lógico que al frenarse la actividad constructiva y el comercio, se cercene también el ritmo de sectores vinculados a éstas, como el transporte y el almacenamiento. Esta área, que en mejores tiempos contaba en Deza con 135 empresas cotizantes, hoy dispone de 98 y ocupa el séptimo lugar de las diez actividades con más firmas que cotizan. En los tres últimos puestos figuran las empresas vinculadas a otras prestaciones (con 61 registros); las de actividades profesionales y técnicas (con 58) y las sanitarias (con 42), que ya en 2007 cerraba la lista con 38 sociedades.

Ha desaparecido de la lista, arrastrada también por el parón de la construcción, la actividad inmobiliaria. Los cerca de 3.300 pisos vacíos de la cabecera comarcal dezana convirtieron a Lalín en la localidad española de su categoría con más viviendas vacías y hacen casi innecesaria la presencia de agencias para comprar o alquilar pisos. Antes de la crisis, operaban en la comarca 120 empresas inmobiliarias. Hoy, la cifra se coloca por debajo de las 40. De la lista de 2013 también se esfumaron las empresas de actividades sociales (había 90 en 2007).