La temporada de pesca se estrenó ayer en las comarcas de Tabeirós-Montes y Deza con muchos pescadores en los ríos -aunque hay quien dice que menos que en años anteriores- y con escasas capturas. El cebo más usado fue la "miñoca", seguido de la cucharilla. En cuanto a los pescadores, su perfil más habitual es el de un varón de entre 35 y 70 años que acude al río a primera hora y que suele elegir los tramos de pesca con muerte.

No obstante, en el tramo de pesca sin muerte que gestiona la Xunta en el río Umia -aguas arriba del puente de Ribela- también se pudo comprobar que esta modalidad deportiva gana adeptos entre los pescadores -también varones- de entre 30 y 45 años.

Pero la pesca en Tabeirós-Montes tiene cantera. Jóvenes adolescentes probaban ayer suerte en regatos como el de A Pinguela. También hubo menores que acompañaban a sus padres si bien la presencia de aprendices en los ríos fue anecdótica. Según hacían notar algunos deportistas porque los padres más aficionados a la pesca prefieren "matar el gusanillo" solos el primer día y enseñarle a pescar a sus hijos a medida que avanza la temporada.

En líneas generales, fuentes consultadas por esta Redacción indicaron que el día de ayer, "espléndido" por soleado, y el alto caudal de aguas de los ríos después de un invierno especialmente lluvioso no favorecieron las capturas. Señalaban así que no se cumplían las condiciones para el "río revuelto" que, como dice la sabiduría popular, garantiza "ganancia" a los pescadores. También la helada matinal -tras una noche muy fría- y las aguas claras jugaron en contra de los deportistas, al igual que la gran diferencia de temperatura entre el día y la noche. Las escasas capturas de la mañana desanimaron a muchos deportistas. Muy pocos quisieron interrumpir la sobremesa para acudir al río por la tarde.

Fuentes de la Sociedade Deportiva Río Ulla (A Estrada) y de la Unión Deportiva de Cerdedo hicieron notar que la baja temperatura de las aguas reduce el apetito de las truchas, "cebadas" tras largas semanas de "aguas alodadas" y abundante comida. Por eso, aunque ayer el día no haya sido muy propicio para las capturas, el presidente de la Unión Deportiva de Cerdedo, Javier Rodríguez, se mostraba optimista con las expectativas de la temporada de pesca que ahora comienza. Vaticina que cuando baje el caudal "habrá buenas capturas" de piezas, que serán de "buen tamaño".

Algunas truchas de grandes dimensiones ya se capturaron a primera hora de ayer en el Liñares del coto de Río Ulla (A Estrada). Una de ellas, de 33 centímetros, fue capturada por un pescador vigués asiduo de los ríos de A Estrada que le mostró ayer a FARO la pieza capturada, explicándole al guarda Ramiro Aller que le había correspondido en sorteo uno de los tres cotos del Liñares que Río Ulla tiene consorciada con la Consellería de Medio Ambiente.

Esta asumió este año también los cotos forcaricenses. Es el primer año que el Tecor de Forcarei carece de esos cotos, según explicó el presidente del tecor, José González Picón. Los deportistas que los quieran tienen que dirigirse para la obtención de cotos directamente a Medio Ambiente.

A sus agentes, del Servizo de Conservación da Natureza, se dirigieron ayer muchos de los pescadores de las comarcas para quejarse de que este año no se hayan entregado aun los folletos informativos que cada año se ponen a disposición de los deportistas -en las casas expedidoras de permisos como As 3 Portiñas de A Estrada o el Bar Toxa de Silleda- para facilitarle de manera resumida la relación de cotos y tramos vedados así como la información normativa que deben conocer para pescar en los ríos. Apuntan que si es un recorte no debería efectuarse porque ellos han pagado sus licencias.