El Obispado sigue a la espera de que el Concello "mueva ficha" para la recalificación de suelo

Tres meses después de que trascendiese la compra de un terreno, por parte de la Diócesis de Lugo, para construir la nueva iglesia del casco urbano de Rodeiro, el Obispado sigue a la espera de que desde el Concello se agilicen los trámites para la recalificación de la parcela, ubicada frente a las piscinas y que en el actual Plan de Urbanismo figura como suelo urbanizable. Para poder construir sobre ella la iglesia, los locales parroquiales y las dos viviendas de sacerdotes, es preciso aprobar una modificación puntual del PXOM mediante la que ese suelo pase a recalificarse como dotacional -el reservado a inmuebles de uso público-.

Según el área de Patrimonio del Obispado, "ya hemos presentado una solicitud para el cambio de calificación de los terrenos, y esperamos que el Concello haga algo", apunta Miguel Gómez, delegado de dicha área. Preguntado por esta cuestión, el alcalde, Luis López, se limita a indica que todavía no hay nada definitivo y que la intención del Concello es firmar un convenio con la entidad religiosa. En cualquier caso, ésta será la segunda modificación puntual que se aplique al Plan de Urbanismo, que está en vigor desde abril de 2009. La primera modificación corresponden al plan sectorial que promueve la cooperativa Cogal para ampliar sus naves en Álceme y de paso incrementar el suelo industrial de la zona. En este caso, los trámites comenzaron en 2011, con un anteproyecto que no tuvo que someterse a evaluación ambiental estratégica pero que sí recabó informes de Medio Ambiente y de Augas de Galicia. Su aprobación definitiva en pleno tuvo lugar el pasado 1 de julio, dos años después del inicio de las tramitaciones. De ahí que, en el caso del Obispado y sin haber empezado los trámites, sea imposible prever cuándo arranca la construcción.