Durante las últimas semanas, varias empresas extremeñas se desplazaron a Agolada para retirar el corcho de aquellas sobreiras que no han sido tocadas durante por, lo menos, los últimos nueve años -aunque algunas normativas recomiendan que la operación se realice cada once-. Pero las lluvias del fin de semana han paralizado la actividad, puesto que para descortizar los alcornoques es necesaria una buena temperatura "que ayude al árbol a volver a regenerarse" explica el promotor de Adega en Deza, Marcial Barral.

Tampoco es conveniente que sople viento muy seco y, sobre todo, es muy importante que se utilicen los materiales adecuados para retirar el corcho en capas: "hachas especiales, similares a las que usan los verdugos de las películas, que no realicen cortes en la madera, y estacas de boj, en forma de cuña" que permiten separar las capas del tronco y de las ramas, relata este vecino de Ramil. Cualquier corte en el árbol puede facilitar la entrada de hongos, tal y como ocurrió hace unos años en los Sobreirais do Arnego. En esa ocasión, el descorche se realizó en septiembre, demasiado tarde. Para evitar contagios entre los árboles, es cada vez más habitual que los madereros desinfecten las hachas antes de descorchar uno nuevo.

Barral es uno de los muchos vecinos de Agolada que poseen sobreiras. Tanto los dueños como las empresas que descorchan los árboles deben atenerse, además, a las normas del Distrito Forestal en cuanto al diámetro que han de tener el árbol y las capas de corcho que van a retirarse.

El descorche en los Sobreirais do Arnego siempre ha sido un atractivo turístico, tanto por el trabajo meticuloso que han de realizar las cuadrillas como por el aspecto desnudo que presentan los árboles tras esta operación. Y si estos días se ha interrumpido la labor por el descenso de los termómetros, en el sur portugués tampoco trabajan las cuadrillas, pero porque el calor es excesivo. A nivel mundial, España es el segundo productor de corcho, superada solo por el país luso. Ambos, junto a Argelia, proporcionan el 80% de la demanda mundial de este producto, tan polivalente que sirve tanto para fabricar pavimentos como para el aislamiento acústico y térmico de hogares y de barcos. Ello, unido a que las sobreiras pueden vivir una media de 150 años y producir 16 descorches, explica por qué los Sobreirais do Arnego son un Lugar de Interese Comunitario (LIC).