La vertiente personal y afectiva de Ramón María Aller Ulloa tiene una especial significación en la relación de méritos que el Concello incluyó en el expediente para nombrarlo Hijo Predilecto de Lalín en 1960. "La obra maestra de Don Ramón, su vida y su ejemplo representan hoy la ruta del pensamiento español, fue capaz de saber recoger la tradición mística en un fructífero trabajo, serio, lleno de autenticidad y de rigor. Representa la exaltación de las mejores virtudes humanas de la austeridad, constancia en el trabajo, deseo de conocer la verdad y, sobre todo, un épico deseo de hacer el bien por el bien, con la firme voluntad de ser quien se propuso", se puede leer en el documento digitalizado por expertos de la Deputación.

Según obra en dicho expediente, "nace Don Ramón en el viejo solar de los Ulloa, uno de los más bellos rincones de Lalín el 3 de febrero de 1878". El relato recuerda que ya de joven demostró su cualidades "en el colegio de los Jesuitas de Camposancos (A Guarda), donde cursó sus estudios de Bachillerato y los de la carrera eclesiástica, con las máximas calificaciones y premios extraordinarios que proclaman su mérito excepcional". A los 20 años ya era licenciado y doctor en Sagrada Teología y celebra su primera misa con dos años de dispensa de edad en el Seminario Conciliar de Lugo.

Aller Ulloa estudia por libre la carrera de Ciencias Exactas y obtiene el título de doctor con Premio Extraordinario de la Universidad de Madrid. De acuerdo con lo que obra en el expediente, "la vocación que desde niño siente por la astronomía le lleva en 1912 a construir un observatorio en Lalín, único en Galicia, debiéndole nuestra región la gloria de que el nombre de Lalín, por su observatorio, figure entre los más importantes de España y del planeta. Así Lalín fue sonando en el albergue esférico de Don Ramón María Aller al lado de Yerkes o de Monte-Palomar", hecho que da cuenta de la transcendencia histórica de la puesta en marcha del observatorio lalinense.

Descubrimientos

En la relación de méritos también se recoge que "los copiosos descubrimientos estelares se van constatando en prestigiosas revistas del extranjero (...) y en otros órganos de la ciencia española va introduciendo el estudio en España de las estrellas dobles, la especialidad desconocida hasta entonces en la patria". La Universidade de Santiago le otorgó la distinción de catedrático extraordinario vitalicio tras su llegada al campus en 1939.

El expediente de Hijo Predilecto de Lalín aprobado por unanimidad el 27 de julio de 1960, que instruyó el concejal José Crespo Názara y el secretario municipal, Fermín Yáñez Fernández, contempla otros méritos como el de "ser director del Observatorio Astronómico de Santiago, académico de la Real Academia Galega, de las Ciencias Exactas de Madrid y miembro de honor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Comisión Internacional de Astronomía".

Por último, la figura de Ramón Aller, inventor de varios aparatos de investigación, aparece rodeada de leyendas como la de que sabía el nombre de todas y cada una de las estrellas o incluso el día del fin del mundo.