Contra las barreras mentales

Las concejalías de Benestar Social e Igualdade Emprego e Educación han sido las encargadas de organizar la actividad formativa Formador de Formadores, un curso que tuvo lugar en las instalaciones de la Fundación Cultural de A Estrada a lo largo de los últimos cuatro días y que finaliza hoy. Este curso tuvo una duración de 25 horas y fue impartido por la empresa Motivart, quien contó como ponentes a Ricardo Olaboegoya y Mª Carmen Galán.

Esta actividad formativa permite el autoconocimiento y la identificación de las fortalezas y aspectos de mejora para alcanzar la óptima versión como formador. Para ello, dota de herramientas para forzar a los alumnos a interactuar con ellos y con otros docentes. Se trata de un curso dinámico y participativo. Durante el mismo, los participantes pudieron experimentar y enfrentarse a diversas situaciones mediante dinámicas de grupo y role-playing.

En esta primera edición se contó con la presencia de quince alumnos de diferentes colectivos como desempleados, voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de A Estrada y personal sanitario.

Según explicó Olaboegoya, "el objetivo es mejorar la habilidad docente de los participantes, dándoles capacidad de gestión, mediación en conflictos, metodología, planificaciones y, principalmente, capacidad para hablar en público". El ponente explicó que este último punto fue uno de los más demandados por los participantes, por lo que realizaron varias actividades dirigidas a potenciar este aspecto.

Olaboegoya destacó sin embargo que el método empleado va más allá de los cursos habituales y busca una formación vivencial. "Es distinto que te cuenten las cosas a que las vivas. Buscamos cosas que permitan por ejemplo confiar en los demás, como puede ser dejarse llevar con los ojos cerrados por encima de las sillas o dejarse caer de una mesa para que te recojan. Otro ejemplo sería romper una tabla de madera, que simboliza los límites que nos imponemos y que ejercen un terrible poder sobre nosotros. Es necesario tener valor para enfrentarse a ellos. También caminamos sobre cristales, que es una metáfora del miedo a hacerse daño. Es algo lógico pero más intenso que real. Todos lo pasaron", explicó.