Una funcionaria del Juzgado Número 1 de Lalín presentó un escrito a la Policía Judicial de la Guardia Civil en el que alerta de que la secretaria de dicha sala, Ana Hernández Mora, "a pesar de estar realizando funciones de guardia", no compareció el pasado domingo, día 18, para el levantamiento del cadáver de Adrián Areán Filloy, fallecido tras el disparo fortuito de un compañero durante una batida de jabalí. El escrito recalca que la figura del secretario judicial es imprescindible en estos casos "para extender las preceptivas diligencias que se señalan en la Ley de Enjuiciamiento Criminal".

Entre estas diligencias se incluye la inspección ocular, que debe acometer el juez instructor y que, en la jornada del trágico suceso, realizó Rosario Novoa, quien durante esos días estaba sustituyendo a Carmen Riveiros. En dicha inspección deben constar cuestiones como la posición en que se halló el cuerpo o cómo era la zona donde tuvo lugar el suceso, entre otras cosas. Todas estas diligencias "se extenderán por escrito en el acto mismo de la inspección ocular y serán firmadas por el juez instructor, el fiscal -si asistiere al acto-, el secretario y las personas que se hallaren presentes", tal y como explica la denuncia, parafraseando la citada ley.

El Secretario Judicial también tiene que indicar, por escrito, en qué lugar y en qué momento se retiran las armas y demás instrumentos que tengan relación con el delito. En este caso, fuentes de la Guardia Civil confirmaron a esta Redacción que se retiró el arma del disparo así como la de algunos compañeros de batida, para comprobar que el casquillo pertenecía, efectivamente, a la del presunto autor del disparo, J.R.S. Además, esta figura judicial tiene que recoger por escrito la descripción que realiza el instructor sobre las armas y demás instrumentos incautados , y ha de hacerlo "minuciosamente, para que se pueda formar idea cabal de los mismos y de las circunstancias de su hallazgo".

La denunciante entiende que la incomparecencia de la secretaria judicial "puede suponer la nulidad de pleno derecho de las diligencias antes mencionadas", ya que, presuntamente, se obviaron las pautas que deben seguirse para instruir un caso con causas de muerte violenta -en este caso, por un disparo aunque fuese debido a imprudencias- . Recalca que solo los secretarios judiciales pueden ejercer la fe pública judicial -es decir, levantar acta en este tipo de procesos-. Por tanto, la no comparecencia de Hernández Mora "podría vulnerar el derecho de la persona a quien se imputa la realización del disparo". Ello quiere decir que se podría anular todo el proceso y, con ello, impedir que se imputase a J.R.S. como autor del disparo. Es más, si las investigaciones que se realizaron ese domingo por la tarde resultan nulas, las compañías de seguros también podrían desentenderse de abonar la cantidad que corresponde por el fallecimiento del joven cazador de Graba. Fuentes próximas a la investigación señalan que el joven, en el momento del suceso, había abandonado su puesto y no llevaba el chaleco reflectante, recomendado pero no obligatorio.