El lugar de Mouriscade, en la parroquia lalinense de Vilanova, reunió ayer por la tarde a los vecinos de Codeseda (Doade), para llevar a cabo la siega del trigo y del centeno que mallarán el 25 de agosto. Estos lugareños contaron con la ayuda de la Asociación de Veciños de Vilatuxe y con los niños y monitores del campamento de esta misma parroquia.

El centeno fue sembrado en el mes de febrero y el trigo en abril, porque éste aguanta menos el mal tiempo. "Esta finca tiene unos siete ferrados y hay cultivado más trigo que centeno. Hoy realizaremos la siega de todo el centeno y un poco de trigo, que nos llegue para mallar durante una hora el día de la malla tradicional. El resto se segará a máquina. Estaremos sobre tres horas segando hoy", comenta Manuel Blanco, del Museo Casa do Patrón de Doade.

Unas 10 personas se encargaron ayer de segar los cereales con la hoz, mientras tres ataban los mollos. "La siega es un homenaje a los gallegos que iban a la siega a Castilla. Los de Xinzo de Limia y Verín acostumbraban a llevar dediles, que eran una especie de dedales de cuero y madera que se ponían en los dedos de la mano izquierda, atados a la muñeca, para evitar cortarse", señala Blanco.

El trigo y el centeno de esta finca, que ésta es propiedad de la Diputación, están sembrados á manta, lo que significa que el cereal se cultiva todo seguido, sin surcos, por lo que se aprovecha mucho más el terreno. Una vez hechos los mollos, se atan con un vincallo, que es una especie de cuerda hecha con la propia paja. Estos mollos se colocan en la propia finca formando un medouco o medoucho, según el lugar tienen diferentes denominaciones, que es como una especie de palleiro, en donde se ordenan los mollos con la espiga cara arriba. Con éstos se protegen la paja en caso de lluvia, porque sólo se mojan los mollos que se sitúan por la parte de fuera. Finalmente, se hará una meda en la era del museo de Doade para proceder a la malla. "Antiguamente, uno de los símbolos de riqueza era dejar la meda de un año para otro", señala Blanco.

Este año, debido a las condiciones meteorológicas, la cosecha fue mejor que el pasado, aunque las tormentas de la semana pasada afectaron un poco a los cereales. Tras la siega de ayer, ya está todo listo para proceder a mallarlo.