Según un estudio que publicó la asesoría medioambiental Moar en 2009, los Sobreirais do Arnego producen, cada nueve años, 750 toneladas de corcho. A cada uno de los alcornoques se le deja descansar entre nueve y diez años entre descorche, como explica la ingeniera de Montes Cristina Gende. Por eso, esta espectacular masa forestal se somete a la extracción por zonas. La campaña suele arrancar a mediados de junio y no terminará hasta finales de agosto. Los Sobreirais se reparten en áreas, de modo que se contabilizan 14 en Agolada, 18 en Vila de Cruces, 4 en Silleda y 1 en Lalín. Agolada es, además, el concello que se impone en cuanto a producción, con 1.068 toneladas por cada turno de descorche, mientras que Vila de Cruces genera 436, Lalín 311 y, por último, Silleda, con 54.

Ya en los últimos días las empresas que se encargan del descorche visitaron diversas parcelas en parroquias como Brántega o Carmoega para ver el estado de las sobreiras y calcular tanto la cantidad de producto como el tiempo que les llevará la operación. Son, en su mayoría, cuadrillas de trabajadores portugueses y extremeños, aunque también hay sacadores locales. El principal destino del corcho que sale de Deza es su uso en la industria taponera y también en aglomerados. Lejos queda ya su utilización tradicional de material con que se elaboraban colchones y almohadas, como recuerda la investigación de Gende. Antaño, el corcho dezano también tenía una excelente salida para fabricar cortizos para abejas, puesto que éstos debían ser lisos, de una sola pieza y con determinado calibre.

A pesar del excelente rendimiento de los Sobreirais do Arnego –cada hectárea puede producir hasta 12.000 euros anuales– Galicia no figura entre las comunidades autónomas de mayores rendimientos. Es cierto que también se realizan descorches en las zonas de ribera del Miño y el Sil, pero a nivel español Andalucía es la que produce más material (el 65% del total) mientras que Cataluña aglutina el 70% de las industrias transformadoras.

Daños de la parcelaria

A pesar del buen estado que presenta, en general, la masa de los Sobreirais, hay que recordar que en 2006 las obras de la concentración parcelaria en Brántega para el acondicionamiento de fincas afectó a la corteza de unos 40 árboles. Además, según el Catálogo Galego de Especies Ameazadas en este espacio protegido de la Red Natura 2000 existen 13 especies de flora y fauna que podrían correr peligro de extinción.