Una comarca vocacional

La comarca dezana no entiende de crisis de vocaciones. De ella –en concreto, de Lalín, Silleda, Rodeiro y Agolada– procede una quincena de los 39 sacerdotes ordenados en la diócesis de Lugo desde 1990. Pero más clarificador es otro dato: 9 de los 10 estudiantes del seminario mayor, aquellos que se preparan para ser presbíteros, también son oriundos de las tierras bañadas por el Deza. El último en dar el paso fue el lalinense Carlos José Presas Aguiar, que recibió el sacramento de la ordenación sacerdotal ayer de manos del obispo Alfonso Carrasco Rouco.

Carlos Presas nació en Venezuela el 5 de mayo de 1983, pero su familia decidió regresar a Lalín en 1995 y fue en esta localidad en donde terminó sus estudios de EGB en el Colegio Sagrado Corazón y de BUP en el instituto Ramón María Aller Ulloa. COU lo cursó ya en el Seminario Menor de Lugo. Acabada la enseñanza secundaria regresa a Lalín para hacer un ciclo superior de Administración de Sistemas Informáticos. El curso 2004/05 ingresa en el Seminario Mayor, en el cursa en la actualidad sexto de Estudios Eclesiásticos. Su formación académica se compagina con la pastoral llevada a cabo en las parroquias de Santiago A Nova, Rodeiro y San Pedro de Lugo. También colabora en el Seminario Menor, en la actividad extraescolar de Informática. Fue ordenado diácono el pasado 19 de marzo, en una ceremonia en la que los también lalinenses Marcos Torres y José Antonio Adrio sellaron su compromiso como sacerdotes.

Presas oficiará hoy su misa nueva en la iglesia parroquial de Lalín, junto al sacerdote Manuel Salgado, que ayer también lo acompañó en la ceremonia celebrada a partir de las cinco de la tarde en el catedral de Lugo. También acudió desde la capital dezana un nutrido grupo de familiares y amigos del joven, que asistieron a la misa y compartieron con él la velada posterior.

En la actualidad, el Seminario Menor de Lugo cuenta con 49 estudiantes, también algunos procedentes de tierras dezanas, según información facilitada por su administrador, Miguel Álvarez. Pero es la abrumadora presencia en el Seminario Mayor la que confirma el reconocido peso vocacional de la comarca en los últimos años.