Los vecinos de la parroquia de Carmoega, en Agolada, volverán a soltar una docena de caballos de pura raza gallega en una finca de 24 hectáreas, integrada en el monte del Sobreiral do Arnego. Esta experiencia se realizó por primera vez en el verano del año pasado y formaba parte de un proyecto en el que se fomentaba el silvopastoreo como media de prevención de fuegos forestales. En el plan se integraba, además, un estudio de las potencialidades de la producción de corcho en el municipio y, por extensión, de toda la comarca.

Uno de los promotores de esta iniciativa es Marcial Barral, secretario de Adega-Alto Ulla y vinculado a la Plataforma pola Defensa do Alto Ulla. Barral relata que la suelta de caballos en la zona “responde a un plan de xestión, de maneira que calculamos que para cada animal se precisaban unhas dúas hectáreas de terreo. Pero hai que ter en conta que os cabalos non exerzan demasiada presión sobre a zona”. De ahí que, pasados unos meses y al ver que el alimento no era suficiente para todas las reses, los mentores de la iniciativa barajasen las opciones de o bien retirar a parte de los animales, para que el resto dispusiese de más comida, o bien devolverlos todos a su dueño, que finalmente fue la opción escogida. La docena de animales podría volver a los parajes del Sobreiral a partir de la próxima primavera.

Extracción de corcho

Barral también menciona el estado del citado Sobreiral, considerado un Lugar de Interese Comunitario (LIC). Hace 10 años se realizó un plan de recuperación para frenar la expansión de un hongo que ya había secado algunos de los ejemplares. Posteriormente entró en vigor una ordenanza “que determina as datas de extracción da cortiza e en qué condicións debe facerse”, apunta Barral. De hecho, ahora es preciso disponer de un permiso para extraer la capa de corcho a los árboles. Tanto esta medida como el silvopastoreo pretenden, en palabras del ecologista, “convencer aos veciños de que ter un espazo integrado na Rede Natura non é nada negativo, senón que incluso permite obter beneficios se se xestiona dunha maneira axeitada”. Por eso se trabaja también en una proyecto para gestionar la extracción de corcho del Sobreiral do Arnego de modo que esta actividad conlleve beneficios económicos para los dueños de los alcornoques “e non só para as empresas que veñen retirar a cortiza”. Cabe recordar que el año pasado y debido a la concentración parcelaria de Brántega, la Federación Ecoloxista Galega (FEG) alertó de la posibilidad de que se realizasen talas indiscriminadas en compensación por el cambio de titularidad de algunas fincas.