El 31 de octubre no sólo es una fecha para visitar las tumbas de los seres queridos, sino también una jornada de fiesta en la que recuperar antiguas tradiciones, como es el caso de la fiesta del Samaín. De origen celta, el nombre se traduce por "fin del verano" y era un día en el que se celebraba el final de la temporada de cosechas y, por tanto, el comienzo del Año Nuevo celta, que comenzaba con la "temporada oscura" o el otoño. Y qué mejor producto para representar el otoño que las castañas. De ahí que la Cantina O Galopín, en pleno casco urbano de la capital dezana, celebre esta jornada hoy a partir de las 20.00 horas con un magosto. La fiesta pagana más conocida de Europa antes del cristianismo también se rememoró ayer en el café bar Jujuy, también de Lalín. El local, con otra decena de bares, se sumó a la iniciativa de la comisión de Hostelería y Turismo de la Asociación de Empresarios do Deza mediante la que se decoraron los locales con calabazas, telas de araña y un toque tenebroso.

No en vano, las conexiones que tenían los druidas celtas con los espíritus en esa noche en la que visitaban la tierra fueron exportadas a América, y de ahí nació su extendido Halloween. "La noche de brujas" se traduce, en realidad, como la "víspera de Todos los Santos" y una de sus tradiciones más arraigadas es que los niños, disfrazados, timbren en cada casa para conseguir dulces o, a cambio, realizar un "truco" o pequeña broma. En el caso de los Halloween de la comarca, sólo habrá agradables sorpresas. A las 19.00 horas, el Centro Social da Terceira Idade de Silleda acoge una fiesta mágica con baile y pinchos para los mayores, al precio de dos euros. En la parrillada A Robleda, los interesados podrán disfrutar de la decoración para la fiesta y de un menú especial por 15 euros. Por su parte, la asociación Avelaíña, de Agolada, también tira de castañas para celebrar el Halloween, a partir de las 22.00 horas en la Praza dos Pendellos.