La Feria del Mueble llega a su ecuador y los vendedores tienen sus esperanzas depositadas en la llegada del fin de semana, cuando esperan registrar buenos niveles de venta que les permitan obtener los beneficios esperados. Así, durante estos días las jornadas formativas están protagonizando unas mañanas en las que el recinto parece desierto por momentos, aunque las tardes ofrecen mejores datos de visitantes.

Entre los vendedores comienza a extenderse la concepción de esta cita como una oportunidad para establecer nuevos contactos sin pensar tanto en los beneficios inmediatos sino en el rendimiento que estos podrían ofrecer a lo largo del tiempo. Esta idea les permite mantener vivo un optimismo que sirve como combustible principal a la espera de la ebullición prevista para el último fin de semana.

La abundancia de vendedores llegados de Portugal responde, tal y como explica más uno de ellos, al hecho de que la crisis obligue a la gente a optimizar cada vez más sus gastos y sitúa el mueble portugués como una opción a tener en cuenta. En la época de la competitividad, los bajos salarios y unos impuestos menos costosos permiten a los fabricantes del país vecino traer al mercado gallego productos a precios muy competitivos.

Mientras, los fabricantes y vendedores del lugar siguen optimizando al máximo su trabajo para poder competir en lo que queda del opulento mercado global.

En este sentido, se muestran satisfechos con algunas de las mejoras experimentadas por la feria, pero siguen reclamando mejoras puntuales que les ayuden a hacer más atractivo el evento a los ojos de productores y potenciales consumidores. En este sentido todos coinciden en la necesidad de mejorar las instalaciones y, ante la vuelta de las altas temperaturas, el calor que sufren algunos de los pabellones (especialmente el pabellón 1) hace difícil el trabajo de los vendedores y le quita atractivo frente al potencial público.

Al referirse a la mejora de las instalaciones, varios vendedores destacaron los problemas vividos durante la tarde del domingo cuando reiterados cortes en el subministro de luz dejaron sin luz algunos pabellones durante más de dos horas. Destacan, además, que este percance se produjo en el día con más afluencia de público y esperan que no se vuelva a repetir el próximo fin de semana.