Lo que iba a ser una medida ejemplar se quedó en una iniciativa frustrada por la oposición. La rebaja de un 5% en los sueldos de la alcaldesa de Silleda, Ofelia Rey, y del edil de Obras, Javier Presas, propuesta por el gobierno fue abortada por PSOE y BNG pese a estar en minoría. La portavoz socialista, Paula Fernández Pena, presentó una enmienda en la que aludió a una recomendación de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), que establece que las rebajas de este tipo de emolumentos para los representantes públicos debe ser de un 7%, en el caso de Rey, y de un 6% para Presas.

Inicialmente el grupo de gobierno se negó a aceptar esta "recomendación" valiéndose de su mayoría, perola intervención del portavoz nacionalista, Matías Rodríguez da Torre, motivó que se replantease su plan.Aunque más que las palabras del nacionalista valieron las del edil Javier Cuiña, que no tiene sueldo, que consideró acertado el planteamiento de la oposición y provocó que Presas corrigiese su propuesta. Antes, Pena había apelado al consenso para sacar adelante una propuesta pactada, [que recogió el Bloque] y acusó a Presas de anunciar una rebaja de los salarios de un 5% cuando era del 4,76. El ofrecimiento del gobierno consistía en dejar en 40.000 euros anuales el salario de Rey y en 26.600 el del concejal de Obras. Finalmente, el porcentaje se negociará en función del requerimiento de la Femp, puesto que no se descarta que desde la entidad que agrupa a los concellos gallegos se pueda plantear una iniciativa más ambiciosa.

Lo que sí sacó adelante, aunque en solitario, fueron las asignaciones por asistencia a órganos colegiados. No obstante, Pena acusó al grupo de gobierno de incrementar en un 30% los gastos en comisiones informativas, al aumentar el número de miembros, "e pretender anunciar agora que queren rebaixar un 5%. Iso sí que é un brinde ao sol", manifestó. PSOE y BNG se abstuvieron.

La sesión arrancó con Presas en la presidencia por la ausencia la alcaldesa, y con la renuncia del único concejal del PP, Manuel Mato. El político de Rellas se despidió sin pronunciar una palabra y se sentó en la zona del público.

Pero en el pleno hubo más protagonistas. Por un lado sorprendió el entendimiento de Pena y Da Torre, que fueron de la mano en varios asuntos, y por otro el papel que asumió el ex alcalde José Fernández Viéitez. En la que podría ser su última sesión, el edil se mantuvo en un segundo plano y no intervino en ningún momento del debate. Cuando iba a comenzar el capítulo de ruegos y preguntas abandonó el salón de plenos.

Otras sorpresas llegaron una vez más desde el gobierno. Se negó a apoyar la reclamación al Sergas del mantenimiento del servicio de unidades móviles de detección del cáncer de mama y la creación de un reglamento alusivo al uso del idioma gallego en los trámites y comunicaciones de la administración local. También a propuesta del BNG, el ejecutivo votó en contra de conservar el Servizo Galego de Igualdade. "Van tres as veces que votan en contra de algo relativo coas políticas de igualdade", advirtieron Pena y Da Torre.

El nacionalista se interesó por la tramitación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y exigió al grupo de gobierno que se expusiese al público de inmediato este documento. Significó que desde hace años siguen suspendidas las licencias en el rural y lamentó el ocultismo con el que el ejetutivo lleva este expediente.

Por otro lado, se aprobó por unanimidad reclamar a la Xunta la mejora del puente románico de Taboada y de los pasos de Ponte da Pedra (Chapa) y Ponte do Demo, en Carboeiro.