El alcalde de Rodeiro, Manuel Salgado, registrará hoy su dimisión del cargo, aunque permanecerá en el puesto hasta el miércoles, día 17. A partir de esa fecha José Vence queda facultado, como teniente alcalde, para convocar la sesión plenaria en la que se votará la investidura del nuevo regidor que, de continuar el pacto, recaerá en él mismo. El acuerdo entre Salgado y Vence se logró in extremis en la mañana de ayer.

"A min gustaríame facer as cousas con consenso, e semella que dende o PSOE o que se busca é desprestixiarme. Eu nunca dixen que non me iría do cargo" lamentaba ayer el todavía regidor de Rodeiro. A pesar de este consenso, aún quedan cuestiones por conciliar, como la referida a los presupuestos. Salgado insistía ayer en la conveniencia de mantener la dedicación exclusiva para el cargo del alcalde, convirtiendo la del edil de Servizos Básicos, Manuel García Deza, en una dedicación parcial y añadiendo otra de similar rango para el edil de Urbanismo, un cargo que pasaría a desempeñar el propio Salgado. "Tamén vivo sen iso", manifiesta el munícipe, "pero creo que é o máis conveniente, aínda que sei que os socialistas non apoiarán un documento nestas condicións", concluye. En cualquier caso, los presupuestos se debatirán en un pleno presidido por el nuevo alcalde que, de ser Vence, ya adelantó que "as dedicacións quedarán como están agora".

Con la dimisión de Salgado se descarta la moción de censura por parte de sus compañeros de gobierno, que incluso habían entablado contactos en este sentido con el BNG, según reconoce el propio concejal nacionalista, Manuel Hermida. "Tanteáronme sobre dita medida, pero para que eu apoie unha moción de censura tería que romperse o antes o pacto de goberno", asevera el edil. "Falamos isto varias veces cos socialistas, e deixei claro que non quero formar parte dunha conspiración. Sempre critiquei a este bipartito e agora non vou posicionarme dun ou doutro lado", concluye.

Sin embargo, el único edil nacionalista se muestra prudente ante esta nueva crisis en el gobierno local y aconseja al bipartito que "por 10 ou 15 días máis que se retrase o relevo debían respectar o pacto. O erro desta alianza foi que podían ter establecido condicións para o cambio na alcaldía dende hai un ano, e non se fixo así".