El presupuesto necesario para llevar a cabo la restauración del Pazo de Liñares, en Prado, se eleva a 2.309.864 euros, según un anteproyecto elaborado por el asesor urbanístico del Concello de Lalín, Javier Bugallo Thielen. La propuesta, que será presentada en los próximos días, pretende convertir el inmueble en un equipamiento sociocultural "para o seu uso público a través dun programa compatible coa súa arquitectura orixinal". El alcalde, Xosé Crespo Iglesias, quiere que los ministerios de Fomento y Cultura asuman su financiación con cargo al 1% cultural en compensación por la afección que provocan las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV).

El regidor lalinense plantea al resto de la corporación un acuerdo plenario para solicitar al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que proponga a la comisión mixta formada por ambos ministerios que incluyan la restauración del pazo entre las actuaciones a realizar con cargo al 1% que el Estado se compromete a reinvertir en cultura en zonas afectadas por otras actuaciones. La solicitud que salga del acuerdo plenario -garantizado por la amplia mayoría absoluta del PP- también se remitiría a la propia comisión mixta y a los departamentos estatales de Fomento y Cultura, junto con una copia del anteproyecto de restauración.

El Concello de Lalín desembolsó 677.841,89 euros en noviembre de 2002 en la compra del Pazo de Liñares, tal como había acordado el pleno municipal en septiembre de ese ejercicio. El gobierno local pretendía incorporar dicho inmueble, datado en el siglo XVII, al patrimonio municipal para "garantir a súa restauración como ben de gran valor histórico e arquitectónico e a súa utilización pública, así como polo feito de ser o berce dun dos fillos ilustres de Lalín: O aviador Joaquín Loriga", justifica Xosé Crespo en su moción. En un primer momento, la alcaldía negoció con el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y con el de Paradores de Turismo, Francisco García Bobadilla, para lograr el apoyo de ambas instituciones con vistas a su rehabilitación como establecimiento hostelero, en concreto, parador nacional. Las gestiones se vieron truncadas por la catástrofe del Prestige, ya que las compensaciones adoptadas incluyeron la creación de un parador en la costa, en Muxía, en detrimento del proyecto de Lalín.

A partir de entonces, el concello buscó nuevas vías de financiación para acometer la recuperación de la edificación, en un estado de deterioro agigantado en los últimos años. La búsqueda fue infructuosa, pese a ampliar el abanico de posibilidades a usos culturales, sociales, etcétera..

Por eso, ahora, Crespo recurre a la vía del 1% cultural, en compensación por las afecciones de los cuatro tramos del TAV que discurren por Lalín. La Ley de Patrimonio Histórico establece la obligación de destinar en los contratos de obras públicas una partida de al menos el 1% a trabajos de conservación o enriquecimiento del patrimonio histórico. Las actuaciones a realizar son decididas por una comisión interministerial, con preferencia a las relativas al entorno de la obra pública acometida, caso de Liñares.

Convocadas las comisiones para el jueves

El alcalde ha convocado para el próximo jueves, a partir de las 17.00 horas, las comisiones informativas previas al pleno del día 27. En la primera se abordará la moción del BNG relativa a la solicitud de comparecencia en pleno de todos los concejales delegados del gobierno y en la segunda, la del PSOE en demanda de un plan integral para mejorar el rural. También socialista es la moción para implantar un servicio de transporte urbano. El gobierno, además de la de Liñares, lleva la petición de retirada del canon por préstamo en bibliotecas y la ampliación del presupuesto para terminar el auditorio de Vilatuxe.

El BNG demanda el arreglo integral de los pabellones polideportivos

Otra de las propuestas que se discutirán en el pleno de la próxima semana es la del grupo municipal del BNG relativa al arreglo de los pabellones polideportivos. La formación nacionalista demanda un proyecto de mejora integral de estas instalaciones, cuyo "mal estado é coñecido por todos" y que suman más de 1.100 usuarios cotidianos. El Bloque alega que el arreglo de los pabellones deportivos es competencia de las administraciones locales, como lo demuestra la nula inversión por parte de la Xunta en los 16 años de mandato de Manuel Fraga, por lo que le pide al gobierno que no se escude esta vez en que "outras administracións `non dan nada".

Al BNG no le vale el anuncio de la "chiringuitada" que, a su juicio, es la Fundación do Deporte de que en tres meses se dotaría el pabellón de calefacción y agua caliente y en cuatro años se haría su reforma integral. Eso es "andar con paños quentes" y "prolongar a tomadura de pelo a todos os usuarios" y vecinos.