Como casi todos los veranos, los problemas del reparto de correspondencia se reproducen en el Concello de Lalín, una circunstancia que causa enormes molestias a vecinos, comerciantes y empresarios, que ya han comenzado a dejar sentir sus quejas por los errores en los envíos y el hecho de que la situación se repita cada año.

Los problemas comenzaron a detectarse el pasado 1 de julio con el inicio de las vacaciones de la plantilla de reparto que trabaja durante todo el año en esta demarcación postal. Al tiempo que los carteros comenzaron a coger sus vacaciones, empezaron a ser sustituidos por auxiliares encargados del reparto de correspondencia. Este personal cuenta con una inexperiencia, sobre todo en el conocimiento de la capital dezana, que se ve agravada por la mala señalización de las calles de la localidad -muy pocas cuentan con el correspondiente letrero- y por la mala numeración de los portales, que en algunos casos llegan a compartir dorsal por la mala planificación urbanística realizada en su momento no previendo la existencia de solares.

En todo caso, según se quejaron numerosos vecinos y confirmaron diversas fuentes, los problemas se han agravado desde el pasado día 15, fecha en la que la mayor parte del grueso de la plantilla de Correos ha cogido vacaciones. De hecho, el nivel de sustituciones, que según los lalinenses empeora el servicio, roza el 50 por ciento del total de la plantilla.

La situación, lejos de controlarse, parece que va a peor, ya que personas relacionadas con Correos advierten de que este año se prevé como el más complicado de todos y los problemas comenzarán a agravarse más todavía desde agosto con la incorporación de nuevo personal a las vacaciones. De hecho, diversas fuentes apuntaron que no volverá la normalidad hasta la segunda quincena de septiembre

Entre los principales problemas que se encuentran los lalinenses, se encuentra la aparición de correspondencia en portales que no tienen el mismo número que las cartas e incluso, y mucho más grave, en calles equivocadas. Este error se puede derivar del desconocimiento que el nuevo personal provisional tiene de las calles y de la ausencia casi total de señalización en las mismas.

A estos problemas que aparecen de manera constante y sin remedio en verano, se une el hecho de que Correos asumió hace pocos meses una reestructuración de las secciones en la capital dezana, pero la llevó a cabo sin incorporar personal. Así, simplemente se ha repartido de otra manera el trabajo pese a que había reconocido carga de reparto en los dos parques empresariales del municipio.