Los defensores de la placa

Daniel Fernández / LALÍN

La ya famosa placa de la calle General Franco de Lalín y la memoria del caudillo como emblema de la citada rúa fueron defendidas ayer por La Falange, organización política sin representación ni en el concello ni en la comunidad gallega que apuesta públicamente porque las autoridades locales la vuelvan a colocar en la presidencia del vial.

La Falange advirtió por medio de una misiva, que también está publicada en su página web, que no "escatimará esfuerzos" hasta que se vuelva a colocar el citado cartel. Además, reveló la existencia de un grupo de simpatizantes de esta formación en la capital dezana y les atribuyó la autoría de la aparición del folio plastificado con la leyenda "calle General Franco" en el hueco dejado por la placa tras ser arrancada el pasado 14 de abril.

La organización califica este simbólico acto de "meritoria acción" y la imputa a "un grupo de camaradas de Lalín recién incorporados a nuestras filas" que, según su versión, colocaron el cartel "bajo la simpatía y el aplauso de numerosos viandantes que a aquella hora transitaban por la zona". En principio, se desconoce que existiera ningún testigo presencial de esta iniciativa. Asimismo, el escrito califica de "grupo de indeseables" a los que arrancaron la placa y tildan de "incomprensible" que se encuentre depositada desde hace meses en las dependencias municipales, ya que cabe recordar que el juzgado requirió al concello que se la llevara al ser de su propiedad.

Por lo demás, La Falange cree que este acto servirá para reabrir el debate sobre el callejero y asegura en que la "mayoría silenciosa" apuesta por la convivencia y el respeto al pasado, por lo que cree que se debería volver a instalar la placa en su sitio. No obstante, aprovecha para criticar el concello por su actitud "apática" y los acusa de aceptar "el chantaje revisionista de la izquierda radical".

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