En cuanto al perfil del turista que llega en los meses de verano a la localidad, las trabajadoras de la oficina confirman que hay gente de todas clases. Personas de todas las edades, parejas, matrimonios con niños,... por la caseta pasó gente muy diversa durante estos dos meses, incluso extranjeros.

El mayor problema se presenta con el idioma, cuando los turistas no son españoles, como comenta Patricia Brea entre risas, "nos entendemos pero lo justo". Durante el tiempo de funcionamiento de la oficina de turismo se acercaron hasta sus instalaciones casi una decena de extranjeros, la mayoría de ellos procedentes de Francia e Inglaterra. Y es que, parece que A Estrada, también es conocida fuera de sus fronteras.