La comarca del Deza vio partir el año pasado a 274 vecinos que buscaron una alternativa laboral fuera de Galicia. A pesar de que ya no pueda hablarse de un éxodo como el sufrido décadas atrás, lo cierto es que las cifras que se barajan siguen siendo elevadas. Especialmente llamativo es el caso de Silleda. Un municipio que a penas sobrepasa los 9.000 habitantes, tuvo un flujo emigratorio para fuera de Galicia de un total de 138 personas. Esta cifra supone más de la mitad del total de la emigración registrada en la comarca, según reflejan los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Del municipio de Dozón (2.30 habitantes) partieron durante el año pasado 43 vecinos. De ellos, treinta optaron por radicarse en otras comunidades del estado mientras que diez lo hicieron en el extranjero. En el concello de Lalín (20.698 habitantes) 34 personas dejaron las tierras del Deza para buscar un futuro laboral mejor fuera de nuestra comunidad autónoma. En este caso todos los emigrados lo hicieron a otras zonas del estado.

Vila de Cruces, con una población total de 6.779 personas, registró 25 bajas en el censo de vecinos que optaron por cruzar la frontera del Padornelo para empezar una nueva etapa laboral. De tierras agolenses partieron 24 vecinos, de ellos 9 se han ido a residir a países extranjeros. Por último el concello de Rodeiro, que suma en su padrón a 3.553 vecinos, perdió de su censo a veinte vecinos, de los cuales cuatro de ellos optaron por cruzar las fronteras españolas.

Canarias

Las Islas Canarias es el principal destino laboral de los dezanos que deciden abandonar su país. Los jóvenes, principalmente, buscan empleo en sectores como la construcción o la hostelería, en los que existe una fuerte demanda de mano de obra. De hecho, los dezanos que emigraron desde la década de los 90 a aquella comunidad se cuentan ya por centenares.

Uno de los principales factores de esta marcha es la notable diferencia de salarios con respecto a Galicia y na tasa de desempleo sensiblemente menor.