La euforia de la Copa invade Pasarón

Granate ha sido el único color del partido de dieciseisavos de final que se jugó este viernes en Pasarón, en el que el Pontevedra eliminó al vigente subcampeón de la Copa con un despliegue de gran fútbol y goles de época de Dálisson de Almeida y Yelko Pino, que sirvió para certificar el pase a octavos. Una noche para el recuerdo que prolonga la histórica andadura en este Torneo del K.O. de los de Yago Iglesias, que sumaron al Mallorca a los ya eliminados Levante y Villarreal para figurar entre los 16 mejores equipos de esta competición.

Con un Pasarón lleno hasta la bandera, el Pontevedra comenzó el partido en su vertiente más activa, al optar por mover con rapidez el balón ante una presión balear mucho más intensa que la que planteó su último rival copero, el Villarreal. Con Dálisson en punta, en lugar de Rufo o Chiqui, el bando granate buscó transiciones rápidas, al rodear al de Maceió de peloteros como Novo, Yelko o Mayo.

Sin embargo, los planes de los de Pasarón, que contaban también con los afilados perfiles de Chiqui y Xabi Domínguez en ambas bandas, se daban contra un muro en un Mallorca muy intenso en defensa, que prefería ceder en el primer tramo la iniciativa con balón.

Llegó entonces, superado el cuarto de hora, la primera ocasión clara del partido, con Dálisson nuevamente como ariete rebañando un balón largo de Pelayo para encontrar por la izquierda a Chiqui, que disparó desde el pico del área a la izquierda de Román.

El delantero granate redobló la apuesta a los pocos minutos, asestando el primer golpe al Mallorca con una gran vaselina a 40 metros de distancia imposible para el portero bermellón. Un gol que levantó a la hinchada granate, eufórica con el 1-0.

Con el tanto en contra, el Mallorca se negó a renunciar al partido. Tuvo que ser Navarro, con una gran cabalgada por la izquierda, el que encontrase a Abdón solo ante Vizoso. Por suerte para los locales, su intento de vaselina en el área pequeña acabó fuera de los tres palos. Los contratiempos se agolparon para los granates en la recta final del primer tiempo, con la lesión muscular de Chiqui. Volvió a intentar el 2-0 el Pontevedra con un disparo de Yelko, demasiado cruzado, que cerró las hostilidades antes del descanso.

El paso por vestuarios devolvió al partido al guion del inicio, hasta que el Pontevedra noqueó al Mallorca con una volea inapelable de Yelko Pino a centro de Xabi Domínguez. El vigués sí acertó esta vez para batir a Román por la escuadra izquierda y desatar el éxtasis en la parroquia granate con el segundo gol.

La renta granate a favor dio paso a un aumento en la intensidad visitante, con un Mallorca que veía cómo corría el reloj sin demasiadas respuestas –especialmente en el último tercio de ataque– al dominio del Pontevedra. Para paliarlo, Arrasate dio paso a toda la artillería pesada de su equipo, con Muriqi y Larin al frente.

A punto estuvo el conjunto de Yago Iglesias de materializar el tercero, con un gran remate de Dálisson tras saque de esquina ue Román despejó de forma espectacular. En la siguiente jugada, el aviso fue de Yelko, que solo el meta fue capaz de atajar.

Ese gol de la tranquilidad no tardó en llegar, con un gravísimo despiste defensivo del Mallorca que Rufo aprovechó con rapidez para batir en el mano a mano al guardameta, hacer botar a Pasarón y poner un broche de oro a la exhibición granate.