Tres puntos para asaltar el play-off (0-2)

Actuación gris y objetivo cumplido este domingo para el Pontevedra en tierras asturianas, en un encuentro apático ante el Langreo que se saldó con la primera victoria fuera de casa en cinco jornadas para los granates, que se estrenan en los puestos de ascenso este curso.

El partido empezó con mucho tráfico en el centro del campo. Los dos equipos saltaron al césped con la intención de hacerse con el control del partido y esto se tradujo en mucha presión en la parcela central y sin nadie asumiendo el mando del partido. A los de Yago Iglesias se les veía muy enchufados y pronto tuvo un acercamiento peligroso, un disparo de Álex González que se marchó fuera por poco.

“No hemos sufrido nada. El equipo ha estado a un nivel muy alto”

Desde el inicio no había tregua entre ninguno de los dos contendientes pero el Pontevedra poco a poco iba decantando el duelo a su favor. Su posesión y control del balón eran cada vez mayores y llegó la segunda ocasión clara, un doble remate de Cambil que acabó sacando la zaga rival bajo palos.

El buen juego granate tuvo su premio al filo del cuarto de hora. La jugada nació desde Edu Sousa, cuyo balón largo lo cazó Dálisson que batió por alto a Adrián Torre. Fue un gran gol, imparable para el guardameta local.

El duelo estaba siendo muy físico e intenso como lo demuestra las tarjetas amarillas que vieron Vanderson por parte local y Churre por parte pontevedresa cuando solo había transcurrido media hora de juego. Al contrario de lo que le había pasado en otras ocasiones, el Pontevedra se encontraba a gusto en esta lucha y en este juego de presión, ya que el Langreo era incapaz de llegar ni tan siquiera a tres cuartos de campo. Incluso tuvo una grandísima ocasión para ampliar la renta pasada la media hora, un remate lejano de Cambil que acabó estrellándose en el poste.

La segunda parte no pudo empezar mejor para los de Yago Iglesias, solo habían pasado tres minutos cuando en un balón colgado al área Alain se metió el balón en su propia portería. Este gol podía allanar la victoria de los granates pero no se podían confiar porque el míster local Pablo Acebal movió el banquillo y su equipo se reactivó.

Con todo perdido, el Langreo dio un paso adelante y el Pontevedra, como consecuencia del resultado favorable, por inercia dio un paso atrás. Los gallegos retrocedieron varios metros y el rival empezó a jugar en su campo. Al menos, la concentración defensiva se mantenía con las líneas muy juntas y sin dejar huecos o pasillos a los hombres de ataque azulgrana. Los asturianos pudieron recortar la desventaja en el marcador con un remate de cabeza de Pablo Pérez que se marchó ligeramente desviado.

El Langreo apretaba pero el Pontevedra estaba muy bien pertrechado atrás por lo que las llegadas de los locales eran puntuales como un centro de Guille Cueto al que Iván Breñé no llegó por muy poco en el ecuador de este segundo acto.

En los últimos diez minutos el partido se animó. El Pontevedra pudo firmar la sentencia con un disparo de Chiqui que incluso llegó a tocar la escuadra. Tras esta acción brillante acción llegó el último arreón de los locales pero antes Edu Sousa tuvo que ser atendido por un choque con un compañero.

A cuatro minutos del final, la zaga granate despejó un balón muy peligroso tras un pase de la muerte de Pablo Álvarez. En el citado arreón, segundos después Edu Sousa (ya recuperado) detuvo un remate de cabeza picado de Vanderson Teles a la salida de un córner. Fue el canto del cisne del Langreo y del partido porque el Pontevedra ya no le dejó que tuviera ninguna ocasión clara más y acabó logrando una importante victoria de oficio en el Nuevo Ganzábal.

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