La amarga derrota del Pontevedra en casa del San Fernando no solo ha sido dura por el resultado, sino que ha supuesto un golpe tremendo a la moral del conjunto entrenado por Juan Antonio Señor, alejado todavía más del objetivo de la permanencia a falta de cinco jornadas para la conclusión del campeonato de liga.
Con la mente ya puesta en el partido del domingo ante el San Sebastián de los Reyes (Pasarón, 17.00 horas), el cuadro lerezano se ejercitó hoy en Pasarón y completó un entrenamiento de recuperación, como preludio al trabajo semanal previsto hasta el sábado, intercalando el trabajo sobre el césped tanto en su feudo como en el Manolo Barreiro, además de las sesiones de vídeo que se suelen realizar previamente.
De manera paralela, la entidad granate ha optado por continuar con la política adoptada la semana pasada en cuanto al silencio de sus jugadores, que han visto limitada su presencia mediática a la rueda de prensa posterior al encuentro desde el último partido de liga ante el Alcorcón. Desde el propio club, indican que la intención es abstraerlos del foco mediático para que se centren solo en la jornada de liga.
En esa línea, el duelo de este domingo ante el conjunto madrileño es una cuestión de vida o muerte para los granates, necesitados de puntos como el comer y resarcirse después de la imagen ofrecida en los dos últimos encuentros, con un balance nada halagüeño de dos goles a favor y nueve en contra.
Un rival complejo
Desde su llegada al fútbol de categorías nacionales a finales de los años 80, el San Sebastián de los Reyes ha tenido en el Pontevedra a uno de sus rivales de liga más acérrimos. Ambos conjuntos se han enfrentado en un total de 24 ocasiones, con doce victorias para los lerezanos, cuatro empates y ocho triunfos para el bando madrileño.
No obstante, en la historia reciente de esta rivalidad, el balance ha sido más que halagüeño para los intereses del club del norte de Madrid, que se ha impuesto en cuatro de los últimos cinco choques ligueros.
Hay que remontarse al curso 2018-2019 para encontrar la última victoria del Pontevedra, con la formación granate, a las órdenes de Luismi Areda, inmersa en la lucha por ascender a Segunda División. Terminaron imponiéndose por 3-1, con goles de David Castro, Álvaro Bustos y Borja Domínguez.