Una asamblea abocada a la vía judicial

La tensión que caracterizó la asamblea de accionistas del Pontevedra CF del martes no dejó de ser una mera anécdota hasta que, enfilada la parte final de la misma, se produjo un golpe de efecto de última hora por parte del sector mayoritario del accionariado granate al expulsar del consejo de administración granate a uno de los consejeros opositores a la presidencia, José Luis Tilve, con uno de los representantes –sin identificarse, algo que sí hicieron el resto de interlocutores– alegando “falta de confianza”.

La votación que aprobó esta medida se saldó con un 82,27% (608.857 acciones) a favor y un 17,72% en contra, con la gran mayoría de las acciones (en torno a 131.000) que pudo acreditar la administradora de una de las tres empresas opositoras, Inversiones y Gestión Alimentaria, S.A.

Tras esta acalorada conclusión a la junta, desde la entidad han optado por cerrar filas, sin hacer ninguna alusión pública posterior a la vacante que ahora se produce en el máximo órgano directivo de la entidad de Pasarón.

No obstante, todo indica que tanto este cese como la aprobación del resultado del ejercicio social cerrado a 30 de junio de 2021 serán recurridos en los tribunales, de acuerdo con la trayectoria que históricamente ha emprendido este sector opositor en cada una de las decisiones adoptadas por la junta que gobierna el club y la sociedad.

Una tensa asamblea recompone el consejo

En esa línea, antes de la votación del cese de Tilve como consejero, Lupe Murillo afirmó que “cualquiera puede ejercer las acciones legales que le parezca oportuno” y que “la ley nos asiste a todos”, en clara alusión a los consejeros díscolos.

La más reciente denuncia de este tipo se produjo en la anterior junta de accionistas, con una impugnación a las últimas cuentas aprobadas y a la designación de Lupe Murillo y Enrique Mariño como consejeros delegados del Pontevedra.

Mientras que la primera no prosperó, la otra sí lo hizo, con la Audiencia Provincial revirtiendo el fallo favorable a Murillo y Mariño y anulando dicho nombramiento, lo que obliga a que prácticamente cada decisión tomada por el club sea sometida a votación por el consejo de administración.

Aprobación por error

El detalle cómico de la jornada lo protagonizó Ana Isabel Eiras, administradora de Inversiones y Gestión Alimentaria, la empresa propietaria del 17,72% de las acciones presentes –y validadas– en la junta.

En el momento de votar el tercer punto del orden del día, la aprobación de las cuentas anuales y el informe de gestión correspondiente a la temporada 2020-2021, ejerció por error su voto a favor, cuando sus representantes en el consejo de administración fueron los que, un año antes, habían impugnado por vía judicial los resultados del anterior ejercicio. De este modo, las cuentas del club fueron aprobadas por el 100% de los socios presentes.

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