Como el estado del césped de Pasarón, así estuvo la finalización del Pontevedra ayer contra el Fuenlabrada. El conjunto granate empató sin goles en un partido en el que fue superior al rival, pero no fue capaz de reflejarlo en el marcador, con la pólvora totalmente mojada. El equipo de Antonio Fernández sale temporalmente de la zona de descenso, a la espera de lo que hagan hoy el resto de rivales, pero el desenlace del encuentro podría haber sido peor si el conjunto madrileño llega a aprovechar un regalo de Churre en una acción francamente cómica, en la que Fer Ruiz remató al palo a puerta vacía.

El Pontevedra no llegó a sentirse cómodo en una primera parte en la que el Fuenlabrada apostó por una presión alta e intensa. A los granates les costó desprenderse de esa defensa visitante y no llegaron a conectar con su mejor versión de juego hasta una segunda parte en la que mejoraron considerablemente. Así, ya en el primer minuto lo intentó con un envío en largo al área de Bastos que peleó Rufo, pero atajó el portero Dani Hernández.

El cuadro madrileño, sin embargo, sí que era capaz de penetrar por dentro en el entramado defensivo pontevedrés, poniendo a prueba a un atento Cacharrón ya en el minuto 5, con un pase interior de Barbosa a Diego, saliendo rápido el meta granate para evitar el remate del delantero.

Las aproximaciones granates eran bastante tímidas, como un disparo lejano de Miguel Román que se fue muy desviado superado el primer cuarto de hora de encuentro o un remate de Rubio, tras pase de Brais Abelenda, que la defensa visitante logró desviar a córner. Precisamente en ese saque de esquina a punto estuvo de sorprender el Pontevedra, con un saque raso de Borja Domínguez al primer palo, donde Churre remató de primeras fuera.

Al filo de la media hora de juego, Rubio tuvo en sus botas la ocasión más clara, en un remate cruzado desde fuera del área buscando la escuadra que salió ligeramente desviado. Justo después, Martín Diz lanzaba al área una falta lejana y el portero se complicaba en el blocaje, a punto de perder la pelota.

La primera parte acababa con un centro desde la derecha que dejaba a Diego solo ante Cacharrón, pero el delantero del Fuenlabrada remataba alto.

Antonio Fernández movió banquillo en el descanso dando entrada al capitán, Álex González, y el equipo ganó velocidad. Así llegaría la primera aproximación de peligro, en una contra con combinaciones rápidas que finalmente acabó Rufo con un mal remate.

Pero justo después llegaría la ocasión más clara del encuentro, en un regalo de la defensa granate. Primero Bastos cedió a un Churre presionado por Fer Ruiz que hizo una cesión corta a Cacharrón, este despejó ante la presión del rival, pero la pelota la ganó este último, que ya a puerta vacía remató al palo. El mismo Fer Ruiz lo intentaba después con un disparo cruzado con mucha intención, pero que se iba fuera.

Al filo de la hora de juego, un centro de Álex González no lo llega a rematar Rufo por la rapidez de Juanma, enviando la pelota a córner, y solo tres minutos después, la ocasión más clara para los granates, en un robo cerca del córner y posterior pase atrás de Rubio, ya dentro del área, que remató Brais Abelenda y el portero, con una acrobacia in extremis, despejó con la pierna izquierda.

Respondió entonces el Fuenlabrada con un centro-chut de Barbosa que se envenenó y obligó a Cacharrón a meter una mano salvadora para evitar el gol; en el segundo palo, Robles no se esperaba la pelota y remató fuera.

A un cuarto de hora del final, nueva ocasión clara para los granates, esta vez en un buen envío de Román a la espalda de la defensa que controló Álex y asistió raso al corazón del área, donde Charles, solo, remató fuera después de que el balón hiciera un extraño por el mal estado del césped.

A cinco minutos del final, nueva llegada clara, con una larga jugada de combinación que acabó con un centro medido de Seoane que Álex cabeceó en el primer palo, demasiado cruzado.