La situación del Pontevedra en la Primera Federación se complica un poco más después de haber encajado su cuarta derrota de la temporada en su visita a la Cultural Leonesa. Lo más preocupante es que el conjunto granate perdió su personalidad en el Reino de León, sin apenas presencia ofensiva y logrando su primer disparo entre los tres palos en el minuto 88.

De nuevo, Antonio Fernández apostó por un once diferente al de jornadas anteriores. Sorprendió con la titularidad de Seoane, recién recuperado de una larga lesión, y con Ángel Bastos en la banda izquierda, adelantando a Álex González a su posición natual en el extremo, pero también con Rufo como referencia en punta en lugar de Charles. No tuvo que ser necesariamente por estos cambios, pero el Pontevedra firmó una muy mala primera parte, sin apenas presencia ofensiva y, más preocupante aún, débil a nivel defensivo.

Así, ya desde los primeros segundos la Cultural Leonesa amenazó la portería de Álvaro Cortés. Avisó ya en el minuto 2, con una llegada que acabó con un remate de Muguruza que rechazó como pudo el meta granate, que después evitó el remate de Solís cuando ya estaba preparado para cabecear.

Con un Yelko Pino desaparecido en casi todo el primer período, posiblemente afectado por los constantes silbidos que recibió de la afición del Reino de León, que no ha perdonado su polémica despedida de la Cultural, el ataque del Pontevedra fue prácticamente inexistente. Todo lo contrario le sucedía al conjunto leonés, que no tenía demasiada posesión de balón, pero sí pisaba el área contraria con peligro.

En una de sus llegadas por la izquierda arañó una peligrosa falta en la medialuna del área grande. Alarcón hizo el 1-0 de lanzamiento directo, colando la pelota por el palo que teóricamente tenía que cubrir Cortés, pero el portero granate parece que no confió en la barrera de sus compañeros y se había situado en el centro de su portería.

Diez minutos después, el mismo Alarcón peleaba un envío en largo y le ganaba la pelota a un débil Soto; tras recortar a Bastos, disparó por encima del larguero.

Aunque el ritmo del encuentro se relajó ligeramente, la Cultural seguía disponiendo de opciones para ampliar su ventaja, sobre todo a balón parado, con varios córners en el primer tiempo. Superada la media hora de juego, Obolskii remató fuera de volea un centro al segundo palo desde la derecha.

Acabó la primera parte con una larga jugada de combinación del Pontevedra que finalizó Álex González, tras recibir por el centro y progresar un par de metros, pero su disparo forzado salió muy desviado.

Antonio Fernández movió banquillo tras el descanso, dando entrada a Borja Domínguez para buscar más presencia ofensiva. No funcionó rápidamente la entrada del centrocampista, ya que el peligro lo seguía llevando la Cultural, que acarició el 2-0 en un córner mal defendido que lanzó Solís y cabeceó Amelibia fuera. Respondieron los granates con un disparo muy lejano y muy desviado.

Al filo de la primera hora de juego, un remate aparentemente sin peligro de Percan, se envenenó tras tocar en un defensa y acabó en córner. De ese saque de esquina nació el segundo gol local: primero cabeceó totalmente solo Amelibia, pero lo hizo mal, el que no falló fue su compañero Trigueros para fusilar, también solo, el balón muerto.

El técnico granate buscó la reacción dando entrada a Charles y a Mario Ortiz y el equipo mejoró considerablemente en cuanto a sensaciones, ganando presencia con el balón, pero fallando igualmente en los últimos metros y, también, en la finalización. A un cuarto de hora para el término del encuentro, Antonio echó el resto cambiando a Churre por Bakero, pero logró un efecto casi contrario al que buscaba, al perder esa presencia ofensiva, sobre todo en bandas, al quedarse los laterales sin recorrido. Estuvo incluso más cerca el 3-0, en una rápida contra de los leoneses en la que Querol intentó una vaselina sobre Cortés que se le fue ligeramente alta.