El estreno del Pontevedra CF en Primera Federación ha estado marcado por la adaptación nada fácil a la división de bronce del fútbol español. Un camino con un inicio complicado, en el que las sensaciones del juego han pasado tanto por momentos álgidos, con la lucha de tú a tú ante el Deportivo, como por amargas derrotas como la del Mérida, donde la falta de ocasiones anuló las posibilidades de victoria de la escuadra que entrena Antonio Fernández. Sin embargo, en el seno del cuadro lerezano, los capitanes, entre ellos Churre, están convencidos de que aún queda mucha tela que cortar.
–¿Cómo está viendo al equipo en este inicio?
–Bien. El equipo, por sensaciones y por juego dentro del campo, creo que tiene menos puntos de los que debería tener, en mi opinión. El fútbol es así, pero nosotros vamos a seguir en esta línea, de ser un equipo que a través del balón intente generar y sea superior al rival. En estos partidos nos está costando crear esas ocasiones y materializarlas, pero el equipo está hecho para esta forma de jugar y con esa idea vamos a seguir hacia delante.
–¿Se esperaban que el nivel global de la categoría fuese tan alto? Da la sensación de que cualquier equipo puede dar problemas.
–Es Primera Federación. Todas las plantillas tienen jugadores con experiencia en esta liga y en categorías superiores y se nota. Hay plantillas muy amplias, en las que aunque cambien las piezas el nivel sigue igual. En esta categoría, partidos fáciles no hay ninguno. El último puede ganarle al primero y viceversa. La igualdad va a estar ahí toda la liga.
–Con respecto a esos cambios de jugadores que comentaba, ¿cómo se están adaptando las nuevas incorporaciones en este inicio?
–Están adaptándose muy bien. Al final, solo pueden jugar once de inicio y el entrenador decide, pero somos una plantilla amplia de 23/24 jugadores en la que todos estamos muy parejos y es positivo para que suba el nivel del equipo. Hay calidad en los entrenamientos y eso nos ayuda en los partidos. La liga es larga y vamos a necesitar de todos.
–El debut como titular de un canterano como Valen tuvo que ser muy especial para el vestuario. ¿Cómo fueron esos momentos previos a saltar al campo en Mérida?
–Era una oportunidad muy buena para él. El año pasado estuvo con nosotros todo el año y ahora es uno más de la plantilla. Tiene unas condiciones que están a la vista de todos. Antes del partido, le dimos ánimos y le dijimos que jugara tranquilo y que hiciera lo que sabe hacer, que lo hace muy bien. Estuvo a un nivel muy bueno.
–Una victoria en seis partidos es un balance que, a pesar de ser un equipo recién ascendido, ha dejado fríos a los aficionados. ¿Qué mensaje se le puede trasladar a la afición en estos momentos?
–Entiendo lo que pueda sentir la afición. Venimos de una derrota en la cual tuvimos mucho balón pero no generamos esas ocasiones tan claras. Después de una derrota siempre aparecen esas dudas y temores, pero creo que no hay que darle más vueltas. Cada partido es una guerra y nadie nos va a regalar nada. Sobre todo en casa, necesitamos que estén ahí, que nos empujen, que nos animen, porque nosotros en el campo vamos a darlo todo por el bien del club y para que se sientan orgullosos de nosotros.
