El equipo femenino del Club Waterpolo Pontevedra comenzó ayer los entrenamientos para prepararse de cara a una temporada histórica para la entidad, ya que será la de su debut en competición nacional. Al frente de la plantilla estará Kike García, entrenador en la base del Waterpolo Pontevedra hasta la campaña pasada, y que este curso afronta “un reto ilusionante, porque es algo nuevo para el club, pero también para Galicia”.

El técnico explicó que “llevamos mucho tiempo planificando todo” y señaló tres objetivos principales para esta temporada: “Queremos asentarnos y adaptarnos a la categoría, porque va a tener un ritmo diferente al que las chicas no están acostumbradas. La idea es mantener la categoría de cara al año que viene y competir todos los partidos”, destacó.

Kike García, que trabajará con 26 jugadoras que compaginarán el primer equipo y el filial de Liga Gallega, resalta la “motivación” del grupo, con la que confía en poder superar la falta de experiencia en Primera Nacional, algo que “jugará en nuestra contra, pero que tenemos que superar”.