La reapertura cautelar del Complejo Deportivo Rías do Sur ha sido recibida como un balón de oxígeno por parte de los clubes deportivos de la zona que hacían uso de ella, el Club Waterpolo Pontevedra, el Club Natación Galaico y el Club Galaico Sincro.

Estas tres entidades, desplazadas de su centro de entrenamiento habitual a causa del cierre unilateral de las instalaciones ejercido por Supera el pasado mes de abril, podrán recuperar a partir de septiembre la normalidad, inicialmente en la piscina de 25 metros.

Una situación provocada por la inutilización en la que se encuentra el vaso olímpico, que será objeto de varias reparaciones y se rellenará de nuevo cuando la situación de sequía lo permita.

“Estamos contentos, porque al final es nuestra única posibilidad de subsistir a largo plazo. Con el número de licencias que tenemos era inviable”, explica José Tellería, presidente del Waterpolo Pontevedra, que asegura que “todo lo que sea espacio disponible para entrenar es positivo, ya que libera otros sitios para otros equipos”.

Un sentimiento también compartido por la presidenta del Galaico, Amparo Porta, que calificó la resolución de “salida al final del túnel”. Para este club, que cuenta actualmente con un número aproximado de 200 licencias, la disponibilidad de la piscina de 25 metros ayudaría a poder comenzar la temporada y retomar la normalidad.

A expensas de la sequía

La reapertura de la piscina de Pontemuíños para dar servicio a los clubes deportivos se ha encontrado con la problemática de la prealerta por sequía en toda Galicia, lo que impide recuperar el vaso olímpico para entrenamientos y competiciones debido a su “lamentable” estado, como recordó el presidente de la Fundación Rías do Sur, Héctor Vilariño, en la rueda de prensa del pasado miércoles tras el dictamen judicial.

Una dificultad que, en este inicio de temporada, no supondría un problema para los clubes, pero que si se prolonga, podría hacer que tuviesen que buscar de nuevo otras localizaciones para competir, ya que la piscina de 25 metros no dispone de la profundidad ni la distancia necesarias para algunos deportes.

“Podríamos empezar allí sin problema, ya que la pretemporada se puede hacer sin mucha profundidad, incluso fuera del agua”, explica José Maquieira, presidente del Galaico Sincro. En este caso, el club, que superó las 80 licencias la temporada pasada, cuenta con la posibilidad de retornar a la piscina de la Escuela Naval en Marín.

El calado de la piscina también supone una dificultad para el waterpolo, ya que el vaso da pie en una de sus zonas.

Sin embargo, en el club pontevedrés speran que la sequía no altere mucho el desarrollo de una temporada histórica de su primera plantilla, la primera de un conjunto gallego en la máxima división nacional.

“Si no se puede llenar antes, la idea es disponer en las primeras jornadas de la piscina de la Escuela Naval, porque la del CGTD vale para ligas autonómicas, pero no para la nacional”, explica Tellería.