“Ser del Cisne es lo mejor que hay”, decía un emocionado Álvaro Preciado tras el partido del sábado contra el Barça B, en el que el equipo pontevedrés logró certificar su ascenso a la Liga Asobal y que supuso, además, la despedida de varios jugadores que llevan toda su vida ligada al conjunto cisneísta, entre ellos el propio Preciado, que buscará nuevos retos la próxima temporada para seguir creciendo como jugador.
Le tocará hacerlo lejos de casa, como a Daniel Virulegio y Pablo Picallo. Este último también protagonizó una emocionante despedida tras dejar al equipo de su vida en la máxima categoría del balonmano nacional. Después de 25 años ligado al club que preside su padre, Santiago Picallo, los 13 últimos en el primer equipo, el extremo no pudo contener las lágrimas mientras decía a la afición que este último partido en casa “ha sido increíble, nunca lo voy a olvidar”.
Son el ejemplo más claro de lo que es el Cisne y la muestra de su éxito, que es ni más ni menos que el triunfo de una filosofía de trabajo que ha caracterizado al club pontevedrés desde sus inicios: la apuesta decidida e innegociable por su cantera. Que la primera plantilla esté formada mayoritariamente por jugadores formados en las categorías inferiores, que desde pequeños han entendido que el Cisne es una entidad diferente a las demás, que es más una familia que un club es una de las claves del éxito en la pista, pero también en la grada, pues han conseguido arrastrar a sus familias para que sean espectadoras de sus triunfos, pero también han enganchado a numerosos aficionados por su forma de jugar al balonmano.
“El ambiente fue espectacular, ha sido extraordinario, nos han llevado en volandas para ganar, pero no solo en este partido, sino en toda la temporada”, decía Álvaro Preciado tras el encuentro. En este sentido, recordó que al inicio del curso “todo el mundo pensaba que al haber bajado nos iba a costar más este año, pero hemos sacado el carácter de equipo que tenemos y la familia que somos, que es lo que nos define, y es lo que nos ha hecho volver a Asobal”.
“Nos han dejado en la Liga Asobal”, decía también emocionado Santiago Picallo tras el partido. “Es increíble lo que ha pasado hoy (por el sábado) aquí. El trabajo que han hecho, el partido que les ha salido, ha sido gracias al apoyo. Lo recordaremos toda la vida”.
“Hicimos todo lo posible por que la gente viniese y creo que respondió con creces”, apuntaba Pablo Picallo, que añadió que “no hay mejor despedida que esta. Y comparado con aquel ascenso que hicimos por videollamada, creo que no tiene ni punto de comparación. Estoy supercontento por haber podido despedirme aquí”.
Sobre el ascenso, el canterano comentó que “ojalá lo hubiéramos conseguido antes, pero coincidió todo bien y estamos muy muy contentos”. En esta misma línea se expresó Preciado, que apuntó que en el partido “se notó que un equipo se jugaba más que otro. El Barça hizo un partidazo, son un equipazo y con gente muy joven además” y quiso “felicitarles por la temporada que han hecho ellos, pero tocaba que la victoria se quedara en Pontevedra”.
“Creo en los grupos”
Todavía muy emocionado por el ascenso y la despedida del club, Pablo Picallo se refirió a la filosofía que ha hecho triunfar al Cisne. “Por lo que he vivido como jugador, yo creo en los grupos y éste se ha ido conformando durante años, con mucha gente que ha ido, venido, otra se ha quedado, pero creo que los grupos sólidos son clave”, apuntó el extremo, que añadió que “nos llevamos muy muy bien, se nota todo en el campo y es lo que nos da para poder vencer a otros proyectos con más dinero y más recursos. Visto está que funciona”.
Por eso tiene claro que esta filosofía puede seguir triunfando en el futuro y en la Liga Asobal. “Nos tenemos que basar en la cantera, hacer algún esfuerzo para cubrir algún puesto que por circunstancias no podamos cubrir con gente de aquí, pero la idea es esa, la clave de esto es seguir manteniendo lo que estamos haciendo, darle importancia a todo esto, a los chavales y darles oportunidades, porque como se ve nos está funcionando”, finalizó.
