El Club Balonmano Cisne no pudo cristalizar sus opciones de ascenso en la jornada de ayer tras la derrota por 40-31 en casa de un Eón Horneo Alicante muy superior en la faceta ofensiva. Los pontevedreses aún disponen de un margen de dos partidos para regresar a Asobal.

Los pupilos de Jabato buscaron imprimir al partido un ritmo rápido, por mediación de Álvaro Preciado, que dirigió las operaciones cisneístas y se bregó con la defensa rival en prácticamente todas las opciones, a pesar de estar bien secundado por Chan y Álvarez. Sin embargo, la portería alicantina, con el bielorruso Miskevich, atrancó por momentos el ataque pontevedrés, que adoleció de acierto durante el ecuador de la primera parte.

Tuvo que llegar el atasco de los locales para que el Cisne pudiese hilar su primera racha positiva, pasando del 18-14 al 18-18 que acercaba a los líderes de la categoría al ansiado objetivo del ascenso por la vía rápida.

El Eón Horneo Alicante, sin embargo, volvió a trabajar desde la defensa y el arco, imposibilitando que el conjunto pontevedrés pudiese tejer más diferencias. Un gol espectacular de Novais, que cruzó toda la cancha en ocho segundos para batir al meta visitante, puso a los levantinos un tanto por encima al descanso.

En la segunda mitad, sin embargo, los problemas de los de Jabato se acentúaron, con la exclusión de Calvo abriendo las puertas de un dominio ofensivo prolongado del Alicante, que percutió y percutió sobre una defensa hundida con Novais, Jiménez y Martínez como primeros espadas.

El Cisne no bajó los brazos y siguió con la intención de aferrarse al encuentro, pero el acierto local fue un escollo insalvable durante los quince minutos finales, en los que la portería pontevedresa estuvo irreconocible.

Los alicantinos, por su parte, encontraron en la defensa de Mendes un filón sobre el que atacar al Cisne con muchos réditos, aprovechando la experiencia de su plantilla para imponerse al brío característico de los de Pontevedra en los minutos finales de partido.

La portería local, con Miskevich, siguió actuando en los momentos clave, especialmente cuando, por mediación de Pereiro, parecía que el partido iba a coger un matiz diferente. En ese conato de remontada, dos errores en la finalización de Mateo Arias, primero con un disparo que impacta en el palo y después con un lanzamiento que se va por encima de la meta rival, cerraron definitivamente las aspiraciones del Cisne, que tendrá que esperar a la siguiente jornada para determinar si será equipo de Asobal la próxima campaña.